LD (EFE) Giovanni Pirrello, el cónsul general italiano en la ciudad libia de Bengasi, informó de que la oficina diplomática ha sido saqueada por cientos de musulmanes que asistían a los funerales por los once manifestantes fallecidos en las protestas del viernes pasado, cuando la Policía contuvo con disparos a cientos de personas que pretendían irrumpir en la oficina.
El diplomático declaró al periódico de su país, el Corriere della Sera, que recibió informaciones de que los manifestantes "entraron como furias, y huyeron incluso los policías". El cónsul permanece desde el viernes pasado en una residencia administrativa en Bengasi.
Al parecer, explicó, los musulmanes "destruyeron los ficheros y documentos" de la oficina, entre ellos los del archivo histórico. Además, "incendiaron todo lo que les llegaba a las manos. Me han dicho que no ha quedado nada".
Por el momento, el Ministerio italiano de Exteriores no ha confirmado oficialmente el asalto, que coincidió con el día de luto nacional proclamado en Libia por la muerte de los once manifestantes en los sucesos del viernes. La actuación policial fue condenada por las autoridades libias, que suspendieron de su cargo al responsable de Interior, Nasr Mabruk, y abrieron una investigación para aclarar los sucesos.