LD (Agencias) Chirac ha dicho, al término de la mini-cumbre celebrada con el canciller alemán Gerhard Schroeder, que “(Alemania y Francia) coincidimos en que la transferencia de poder a las instancias iraquíes debe hacerse rápidamente. Y cuando digo rápidamente hablo, evidentemente, de meses y no de años”. La precisión de Chirac supone una flexibilización de la tesis con la que su ministro de Exteriores, Dominique de Villepin, acudió el sábado a la reunión de Ginebra entre el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y los cinco países con derecho de veto del Consejo de Seguridad. Villepin se refirió a una transferencia de poder en el plazo de “un mes”, propuesta que su colega estadounidense, Collin Powel, rechazó de plano por considerarla “impracticable”.
Chirac, que compareció ante los periodistas junto al anfitrión de esta nueva ronda de consultas franco-alemanas, el canciller Schroeder, destacó la coincidencia de las posiciones en materia internacional de los dos gobiernos. Para evitar un enfrentamiento diplomático entre los países europeos con voto en el Consejo de Seguridad, Schroeder invitó a Berlín a Chirac y a su colega británico Tony Blair, más próximo a las tesis de EEUU sobre el futuro político de Irak, quienes celebrarán una reunión el próximo sábado. En esa reunión, parece que Schroeder podría mostrar cierto acercamiento a las tesis anglo-norteamericanas, pero Chirac seguiría manteniendo su postura inamovible.
Chirac, que compareció ante los periodistas junto al anfitrión de esta nueva ronda de consultas franco-alemanas, el canciller Schroeder, destacó la coincidencia de las posiciones en materia internacional de los dos gobiernos. Para evitar un enfrentamiento diplomático entre los países europeos con voto en el Consejo de Seguridad, Schroeder invitó a Berlín a Chirac y a su colega británico Tony Blair, más próximo a las tesis de EEUU sobre el futuro político de Irak, quienes celebrarán una reunión el próximo sábado. En esa reunión, parece que Schroeder podría mostrar cierto acercamiento a las tesis anglo-norteamericanas, pero Chirac seguiría manteniendo su postura inamovible.