L D (EFE) Nada más comenzar su intervención, el presidente francés aseguró que las Naciones Unidas acaban de atravesar "una de las pruebas más graves de su historia" y que la guerra de Irak rompió el sistema multilateral al no tener autorización del Consejo de Seguridad. Mirando al futuro, estimó indispensable la entrega de la soberanía a los iraquíes para la estabilidad y la reconstrucción, y dijo que "corresponde a la ONU dar legitimidad a este proceso".
En su opinión, la ONU debe acompañar el traspaso progresivo de responsabilidades a las instituciones iraquíes según un "calendario realista", que no detalló, y ayudar a la elaboración de una constitución y la organización de elecciones. Igualmente, debe dar mandato a una fuerza multinacional, bajo las órdenes del principal contribuyente de tropas, para garantizar la seguridad, agregó.
Respecto a Oriente Medio, declaró que la comunidad internacional tiene que restablecer la dinámica de paz e implicarse en la aplicación de la llamada "hoja de ruta", el plan de paz elaborado por el Cuarteto (EEUU, Rusia, la Unión Europea y la ONU). "Esa debe ser la ambición de la próxima reunión del Cuarteto a nivel ministerial", declaró Chirac, quien también deseó que se celebre cuanto antes una conferencia internacional.
Otro de los grandes desafíos, en su opinión, es el terrorismo, del que advirtió que "no será suficiente" combatirlo por las armas y que resurgirá mientras "dejemos prosperar el extremismo y el fanatismo" e ignoremos "que toma como pretexto los conflictos no resueltos y los desequilibrios existentes en el mundo". Chirac reiteró su propuesta de crear un cuerpo de inspección permanente dependiente del Consejo de Seguridad, que defina un plan de acción contra la proliferación de armas de destrucción masiva.
"En lo inmediato exijamos a Corea del Norte el desmantelamiento completo, verificable e irreversible de su programa militar" y a Irán la firma de un acuerdo con la Organización Internacional de la Energía Atómica "sin condición ni demora alguna". También pidió que la Asamblea confirme la voluntad de los estados de superar el fracaso de la reunión sobre comercio celebrada en Cancún. "No existe una alternativa a las Naciones Unidas", declaró el jefe del Estado, quien reconoció que, para responder a los desafíos actuales, es necesaria una reforma de la organización.
Tras considerar que la ampliación del Consejo es "imperativa", se pronunció a favor de incluir a más miembros permanentes de todos los continentes, y en concreto a Alemania y Japón. Respecto a la financiación de la ONU, propuso invertir la tendencia actual de aumento de las contribuciones voluntarias en detrimento de las obligatorias, y alcanzar el prometido 0,7 por ciento del PIB de los países ricos para asistencia al desarrollo.
Las propuestas de Chirac incluyeron la convocatoria de una reunión de jefes de Estado y de Gobierno en Nueva York en 2005 para hacer balance del cumplimiento de los objetivos fijados por la Asamblea hace tres años.
En su opinión, la ONU debe acompañar el traspaso progresivo de responsabilidades a las instituciones iraquíes según un "calendario realista", que no detalló, y ayudar a la elaboración de una constitución y la organización de elecciones. Igualmente, debe dar mandato a una fuerza multinacional, bajo las órdenes del principal contribuyente de tropas, para garantizar la seguridad, agregó.
Respecto a Oriente Medio, declaró que la comunidad internacional tiene que restablecer la dinámica de paz e implicarse en la aplicación de la llamada "hoja de ruta", el plan de paz elaborado por el Cuarteto (EEUU, Rusia, la Unión Europea y la ONU). "Esa debe ser la ambición de la próxima reunión del Cuarteto a nivel ministerial", declaró Chirac, quien también deseó que se celebre cuanto antes una conferencia internacional.
Otro de los grandes desafíos, en su opinión, es el terrorismo, del que advirtió que "no será suficiente" combatirlo por las armas y que resurgirá mientras "dejemos prosperar el extremismo y el fanatismo" e ignoremos "que toma como pretexto los conflictos no resueltos y los desequilibrios existentes en el mundo". Chirac reiteró su propuesta de crear un cuerpo de inspección permanente dependiente del Consejo de Seguridad, que defina un plan de acción contra la proliferación de armas de destrucción masiva.
"En lo inmediato exijamos a Corea del Norte el desmantelamiento completo, verificable e irreversible de su programa militar" y a Irán la firma de un acuerdo con la Organización Internacional de la Energía Atómica "sin condición ni demora alguna". También pidió que la Asamblea confirme la voluntad de los estados de superar el fracaso de la reunión sobre comercio celebrada en Cancún. "No existe una alternativa a las Naciones Unidas", declaró el jefe del Estado, quien reconoció que, para responder a los desafíos actuales, es necesaria una reforma de la organización.
Tras considerar que la ampliación del Consejo es "imperativa", se pronunció a favor de incluir a más miembros permanentes de todos los continentes, y en concreto a Alemania y Japón. Respecto a la financiación de la ONU, propuso invertir la tendencia actual de aumento de las contribuciones voluntarias en detrimento de las obligatorias, y alcanzar el prometido 0,7 por ciento del PIB de los países ricos para asistencia al desarrollo.
Las propuestas de Chirac incluyeron la convocatoria de una reunión de jefes de Estado y de Gobierno en Nueva York en 2005 para hacer balance del cumplimiento de los objetivos fijados por la Asamblea hace tres años.