LD (EFE) En una rueda de prensa, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Jiang-Yu, se negó a hacer comentarios sobre el posible lanzamiento en prueba de un misil norcoreano de largo alcance. La funcionaria esquivó con habilidad las muchas preguntas de la prensa y añadió que espera que Corea del Norte y otros gobiernos que han manifestado preocupación por la prueba militar "hagan más en beneficio de la paz y la estabilidad".
La actitud de China, tradicional aliado de Corea del Norte y principal mediador en las conversaciones sobre la crisis nuclear, contrasta con la de Washington, que ha amenazado a Pyongyang con "consecuencias" si los rumores sobre el lanzamiento de un misil se confirman.
Desde Washington, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, destacó que el lanzamiento "sería una cuestión muy grave y un acto de provocación" y añadió que su Gobierno y otros países están en contacto para analizar posibles actuaciones en caso de que Pyongyang lleve a cabo la prueba.