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China evita disculparse por las violentas manifestaciones en Pekín contra la embajada de Japón

El régimen comunista chino ha evitado disculparse con el Gobierno de Japón de las violentas manifestaciones registradas con intereses nipones en China y ha señalado que el clima de tensión entre ambos países son responsabilidad de las autoridades de Tokio que "no hacen lo suficiente para incrementar la confianza mutua".

LD (EFE) En un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China afirma que las violentas protestas contra los intereses japoneses en Pekín son exclusivamente responsabilidad de Japón porque "no hace lo suficiente para incrementar la confianza mutua".
 
El comunicado señala que "Japón debe tomarse en serio y tratar adecuadamente la historia de la invasión de China, un asunto de principios vital porque afecta a los sentimientos del pueblo chino". Sin embargo, las autoridades de Pekín dejaron en claro que "no deseamos ver actos radicales".
 
Como respuesta a la solicitud del ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Nobutaka Machimura, de que Pekín pida oficialmente disculpas y compense las pérdidas sufridas por intereses japoneses durante las manifestaciones de protesta de los últimos días en China, el portavoz oficial destacó: "el Gobierno chino siempre pidió al pueblo que tenga tranquilidad y sensatez al expresar sus opiniones, además de que los departamentos gubernamentales afectados hicieron un gran trabajo para mantener la seguridad de ciudadanos y organismos japoneses en china".
 
El portavoz oficial Qin Gan reiteró que "Japón debe adoptar lo más rápidamente posible las vías adecuadas para abordar asuntos que no perjudiquen las relaciones bilaterales chino-japonesas". Calificó de "manifestaciones espontáneas" (convocadas por mensajes electrónicos y de móviles) y que reunieron el fin de semana a miles de personas (diez mil en Pekín y 3.000 en Cantón, según la agencia oficial Xinhua) que lanzaron botellas, huevos, tomates y alguna piedra contra las misiones diplomáticas niponas.
 
El portavoz afirmó que "los manifestantes no se sienten satisfechos por la actitud y los errores que comete Japón sobre la Historia de la invasión (de China), pero el Gobierno pide al pueblo que exprese sus opiniones de forma legal y sin actos radicales".
 
Un gran despliegue policial vigiló las protestas, prohibidas por el régimen comunista por lo que fuentes independientes hablaron de "tolerancia oficial", y en las que se quemaron banderas japonesas mientras se ondeaba la china y se cantaban lemas antijaponeses pidiendo el boicot a los productos nipones en China.

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