LD (EFE) Durante la primera parte del debate, dedicada a política exterior, John Edwards acusó al Gobierno del presidente Bush de caer en "el colmo de la hipocresía" por decir que el candidato demócrata a la Casa Blanca se opuso al envío de material a las tropas de Irak. Dick Cheney, por su parte, dijo que los demócratas "no tienen un plan (para Irak), tienen un eco".
Uno de los momentos más intensos se vivió cuando Edwards dijo que en Irak no había armas de destrucción masiva, que el régimen de Sadam Husein no tenía relaciones con los atentados del 11 de septiembre y tampoco conexiones con la red terrorista Al-Qaeda, acusando de falta de sinceridad a Bush. Cheney insistió en que "había un vínculo claro y establecido entre Irak y el terrorismo" incluida Al-Qaeda.
El candidato demócrata a la Vicepresidencia se lanzó duramente sobre su rival con referencias a Halliburton, la empresa de servicios petroleros que presidió Cheney entre 1995 y 2000 y que recibió del Pentágono (departamento que dirigió Cheney entre 1989 y 1993) contratos sin concurso público por varios miles de millones de dólares para realizar trabajos en Irak. El vicepresidente respondió afirmando que las acusaciones demócratas sobre Halliburton son "falsas" y constituyen "una cortina de humo" para tratar de despistar a los electores.
En política doméstica, Edwards recordó que la administración Bush ha sido la primera en más de sesenta años que ha perdido puestos de trabajo a pesar de que otros presidentes han vivido conflictos armados como la II Guerra Mundial, Vietnam o Corea o la Guerra Fría. Cheney contraatacó acusando a los demócratas de utilizar "datos viejos" del 2003 e ignorar la recuperación económica de los últimos meses en la que se han creado centenares de miles de puestos de trabajo.