Venezuela es "un país que no tiene ningún riesgo económico en verdad. ¿Qué tenemos problemas económicos ... quién no los tiene hoy?", expresó Chávez en un acto con sus correligionarios del Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV) con vistas a los comicios parlamentarios del próximo 26 de septiembre.
Puso como ejemplo de que ello que, a diferencia de países del mundo desarrollado, entre los que mencionó España y Grecia, su Gobierno "no está despidiendo gente ni reduciendo salarios".
Por el contrario, resaltó, el Gobierno "revolucionario" y socialista que dirige hace 11 años está "creando nuevas empresas y salvando empresas quebradas por el capitalismo", mediante la expropiación de empresas de sectores "estratégicos" como petróleo, electricidad, telecomunicaciones, cemento, banca y alimentos.
La patronal y el gremio comercial han insistido en que el Gobierno debe "cambiar" su política económica y promover la confianza en el país como medidas como la suspensión del plan de nacionalizaciones de sectores productivos y comerciales "estratégicos".
Esas críticas del sector privado contra la política económica arreciaron después de que el Banco Central de Venezuela (BCV-emisor) revelara en mayo pasado que la economía se contrajo 5,8 por ciento en el primer trimestre del 2010, y que la inversión se desplomó el 27,9 por ciento en el mismo período.
El jefe del Estado insistió este sábado en que en los últimas semanas la patronal Fedecámara y Consecomercio le han declarado la "guerra" a su Gobierno, aunque, dijo, sus representantes ahora "están reculando" y lo nieguen.
El conflicto entre Chávez y las directivas empresarial y comercial ha recrudecido en las últimas semanas, tras registrarse nuevas expropiaciones de empresas, además de un intermitente desabastecimiento de alimentos y especulación en los precios, de lo cual se culpan mutuamente.
Mientras el Ejecutivo denuncia que los privados buscan derrocarlo, las patronales lo culpan de empeñarse en destruir el aparato productivo y beneficiar a otros países con importaciones masivas de alimentos y otros enseres.
Chávez dijo el miércoles pasado que los gremios empresarial y económico supuestamente le declararon la "guerra" y que la "aceptaba".
Ese mismo día, los presidentes de la patronal Fedecámaras, Lope Mendoza, del gremio de comerciantes Consecomercio, Fernando Morgado, negaron que hayan "retado" al Gobierno y afirmaron que, por el contrario, lo que han planteado es cooperar para ayudar a la superar los "graves problemas" económicos que afronta el país.
Ambos representantes insistieron en que el Ejecutivo, en vez de hablar de confrontación, debería convocar a los "trabajadores y empresarios" a una mesa de diálogo, y también "llamar a la confianza en el país" y hacer "demostraciones de que en Venezuela sí se respeta la propiedad privada".
El BCV dijo que la economía retrocedió 5,8 por ciento entre enero y marzo pasado debido a la caída del neurálgico sector petrolero, a la crisis eléctrica nacional y la restricción temporal al acceso de divisas para las importaciones, en el marco del control de cambios vigente desde 2003.
Chávez: "Yo no despido gente ni reduzco salarios como España"
El presidente venezolano dijo que Venezuela "es un país que no tiene ningún riesgos económico", y acusó a los "desesperados" sectores oligarcas nacionales de promover esa "mentira". Puso como ejemplos de lo contrario a España o Grecia, que están “despidiendo gente y reduciendo sueldos”.
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