L D (Agencias) José González, presidente de la federación, afirmó que la iniciativa gubernamental de crear Mercados de Alimentos (Mercal), para vender productos alimenticios a bajos precios, persigue "sacar del juego al sector privado" y no el beneficio de la población. Aseguró que la creación de los Mercal es el primer paso de la "cubanización" del reparto de alimentos a la población e incluso del establecimiento de la "libreta de racionamiento" de las compras de cada venezolano, además de la quiebra de los productores locales. "La mayoría de las cosas que anuncia el Gobierno van dirigidas a implantar un comunismo. Los mercados populares no obedecen a una política agrícola, sino a una acción de proselitismo político", dijo González en un artículo publicado hoy en el diario "El Nacional".
El rotativo muestra la foto de un producto alimenticio básico empaquetado por el Gobierno, en el cual se imprimieron mensajes oficialistas, artículos de la Constitución y la leyenda: "Cuando el pueblo necesita, su Gobierno revolucionario ¡Responde!". La confederación patronal Fedecámaras destacó que detrás de los Mercal también está la pretensión del Gobierno de convertirse en importador y distribuidor directo de alimentos, para desplazar a los empresarios del sector.
La vicepresidenta de Fedecámaras, Albis Muñoz, argumentó que los productores sufren una falta de dólares como consecuencia del control de cambios, aplicado desde el 6 de febrero, lo que ha acarreado bajas y hasta la inexistencia de inventarios. "En Venezuela hay capacidad para producir estos artículos (básicos), pero el Ejecutivo ha obstaculizado el proceso al negarle dólares al sector", dijo Muñoz a "El Nacional". Tras el anuncio de Chávez sobre la importación de pollos brasileños y harina de trigo italiana, y su distribución y venta a través de Mercal, Fedecámaras dijo que el Gobierno fomenta el empleo en otros países y "golpea y destruye a la economía" local. El presidente de los Mercal, el coronel del Ejército Gerardo Liscano, negó que el Gobierno pretenda "cubanizar" la distribución de alimentos y que emita libretas de racionamiento para controlar el consumo de comida por habitante.
En los últimos meses el Gobierno ha emitido decretos para importar alimentos y productos directamente sin el pago de aranceles, tomando en cuenta el control de cambios. También autorizó la importación de caraotas (fríjoles) de Cuba y estableció un convenio por 50 millones de dólares con Brasil para la compra de alimentos y medicinas.
El rotativo muestra la foto de un producto alimenticio básico empaquetado por el Gobierno, en el cual se imprimieron mensajes oficialistas, artículos de la Constitución y la leyenda: "Cuando el pueblo necesita, su Gobierno revolucionario ¡Responde!". La confederación patronal Fedecámaras destacó que detrás de los Mercal también está la pretensión del Gobierno de convertirse en importador y distribuidor directo de alimentos, para desplazar a los empresarios del sector.
La vicepresidenta de Fedecámaras, Albis Muñoz, argumentó que los productores sufren una falta de dólares como consecuencia del control de cambios, aplicado desde el 6 de febrero, lo que ha acarreado bajas y hasta la inexistencia de inventarios. "En Venezuela hay capacidad para producir estos artículos (básicos), pero el Ejecutivo ha obstaculizado el proceso al negarle dólares al sector", dijo Muñoz a "El Nacional". Tras el anuncio de Chávez sobre la importación de pollos brasileños y harina de trigo italiana, y su distribución y venta a través de Mercal, Fedecámaras dijo que el Gobierno fomenta el empleo en otros países y "golpea y destruye a la economía" local. El presidente de los Mercal, el coronel del Ejército Gerardo Liscano, negó que el Gobierno pretenda "cubanizar" la distribución de alimentos y que emita libretas de racionamiento para controlar el consumo de comida por habitante.
En los últimos meses el Gobierno ha emitido decretos para importar alimentos y productos directamente sin el pago de aranceles, tomando en cuenta el control de cambios. También autorizó la importación de caraotas (fríjoles) de Cuba y estableció un convenio por 50 millones de dólares con Brasil para la compra de alimentos y medicinas.