LD (EFE) Chávez señaló que el embajador venezolano en Bogotá, Carlos Santiago, no regresará a su puesto hasta que las autoridades colombianas no rectifiquen el "gravísimo error" que cometieron.
El presidente afirmó que el Gobierno colombiano violó la soberanía venezolana con el secuestro en Caracas, el pasado 13 de diciembre, del terrorista de las FARC Rodrigo Granda. "Nada ni nadie me sacará de esta posición porque represento la dignidad del pueblo de Venezuela", añadió el presidente venezolano.
Chávez planteó su exigencia durante la entrega de la memoria y cuenta de su gestión de gobierno del año 2004 a la Asamblea Nacional, en presencia del cuerpo diplomático acreditado en Caracas. "He ordenado paralizar todo acuerdo y negocio con Colombia. Se paraliza el gasoducto. Y me veo obligado a mantener esta decisión hasta que no sea reivindicada la soberanía violada de Venezuela", dijo Chávez en la Asamblea Nacional.
"Con mucho dolor he retirado el embajador venezolano en Bogotá (Carlos Santiago) y no regresará mientras el Gobierno de Colombia no pida disculpas y rectifique lo que ha hecho", añadió el gobernante.
El proyecto del gasoducto, cuya paralización anunció Chávez, debería comunicar el noreste colombiano con el noroeste venezolano por el sur de la península de La Guajira. "Lo ocurrido no tiene justificación", dijo el presidente, y tras apelar a su amistosa relación con el gobernante colombiano, Álvaro Uribe, le pidió que "su gobierno rectifique públicamente".
El presidente de Venezuela señaló que "es injustificable que altos cargos de Colombia hayan sobornado a funcionarios y comprado a militares venezolanos". En cuanto a esos militares que secuestraron a Granda, el presidente dijo que "traicionaron a la patria y serán castigados con todo el peso de la ley". "Serán sometidos a juicio y seremos implacables con este pequeño grupo de venezolanos que no merecen llevar el uniforme de la fuerza armada", afirmó Chávez. Además anunció que ha planteado el asunto a otros presidentes de América Latina para que se analice y se evite que en la región se imponga lo que llamó "la ley de la selva".
Chávez señaló que el Derecho Internacional debe ser respetado por los gobiernos y planteó cómo reaccionarían en Bogotá si decidiese "organizar un comando y ofrecer recompensas para traer a Pedro Carmona o a otros ex militares golpistas venezolanos que están en Colombia".