Hugo Chávez no ha dejado de meterse en asuntos estrictamente colombianos en las últimas semanas y ha concentrado sus ataques contra Juan Manuel Santos, el candidato del Partido de la U, al que acusó de ser un auténtico peligro para la paz de la región. Tras la enésima crítica del venezolano, el ministro colombiano del Interior y Justicia calificó como grave dicha injerencia.
Fabio Valencia explicó el principio fundamental del derecho internacional en el que el gobierno de un país no puede interferir ni opinar sobre el proceso electoral de otra nación, cosa que ha hecho reiteradamente Hugo Chávez en plena campaña en Colombia. El ministro dijo que "esa es una injerencia que no se debe hacer en un proceso electoral de otro país" y agregó que los electores pueden tomar su decisión de voto "libremente y de manera autónoma, pero sin la presión de gobiernos extranjeros", en clara alusión al bolivariano. Además, apuntó que "está dando (Chávez) opiniones que no debe dar, porque nosotros respetamos las decisiones que ha tomado Venezuela sin ningún tipo de intromisión y yo creo que así debe ser recíprocamente".
Esta reacción de Bogotá no ha dejado indiferente a Chávez quien no ha perdido tiempo y ha respondido: "Me acusan de interferir en las elecciones de Colombia, pero deberían decir de qué manera, porque lo que hice fue reflexionar sobre algunos candidatos que decidieron incorporarme a la campaña, utilizarme para su beneficio. Tengo derecho a callar o no callar". Este mismo viernes, y al lado de su gran amigo Evo Morales con el que firmó hasta 15 acuerdos bilaterales, el presidente venezolano dijo que Colombia "tiene bases militares que fueron negociadas por el señor Santos. Quiere ser presidente de Colombia y se ha disfrazado de oveja. Yo fui un pendejo, ya no soy el mismo pendejo. Él está tratando de buscar votos". Además, agregó que "Santos sería una amenaza para la paz de este continente si llegara a ser presidente de Colombia".