(Libertad Digital) La decisión propicia la creación de grupos similares a los cubanos Comités de Defensa de la Revolución: organismos que obligan a los ciudadanos a cumplir con tareas de vigilancia y suministro de información.
Hugo Chávez, presidente de Venezuela, ha utilizado los poderes que le conceden legislar por decreto para imponer una ley que en la práctica, según las organizaciones opositoras y defensoras de derechos humanos, obligará a los ciudadanos venezolanos a convertirse en informantes del régimen bajo pena de ser encarcelados.
La nueva normativa que entró en vigor el pasado 28 de mayo, crea la Oficina General de Inteligencia y la Oficina General de Contrainteligencia, que vienen a sustituir a las dos principales servicios de espionaje de Venezuela, la Policía secreta (DISIP) y la agencia militar de inteligencia. Los dos nuevos organismos estarán directamente bajo el control de Chávez.
Entre las atribuciones de las dos nuevas agencias figura la posibilidad de obligar a los ciudadanos a presentarse ante los agentes de inteligencia o grupos comunitarios de activismo leales a Chávez para informar sobre las actividades de sus familiares, vecinos y conocidos para evitar la cárcel. Opositores y disidentes aseguran que la medida abre la posibilidad para que en Venezuela se constituyan grupos similares a los Comités de Defensa de la Revolución cubanos. En la isla, esos organismos obligan a los ciudadanos a cumplir con tareas de vigilancia y suministro de información.
En una inusitada declaración pública, Blanca Rosa Mármol de León, una juez del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, aseguró al respecto que "nos enfrentamos a medidas que son una amenaza para todos nosotros" porque, añade, "tengo que decirlo como ciudadana y como juez: este es un paso hacia la creación de una sociedad de informantes".