Chávez es, ante todo, un cobarde. Ya lo demostró durante la primera "visita fugaz" del ex-presidente traidor Zelaya.
Vamos, que tuvo más genitales el piloto del avión que él.
Yo, para darle una lección y que supiera a qué atenerse, sacaba a todo el cuerpo diplomático, incluido personal de limpieza de la embajada, les escoltaba hasta el aeropuerto, y a su casa.