L D (EFE) El gasoducto partirá del sur de Venezuela, pasará a través de Brasil para llegar al norte de Argentina y podrá canalizar la oferta exportable de gas que tiene Venezuela, calculada en unos 100 millones de metros cúbicos diarios.
Según explicó Chávez, el único de los presidentes que habló con los periodistas, la "decisión política está tomada" y los tres mandatarios volverán a reunirse en Mendoza (Argentina) "un día antes de la toma de posesión" de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, el próximo 11 de marzo.
Según explicó Chávez, el único de los presidentes que habló con los periodistas, la "decisión política está tomada" y los tres mandatarios volverán a reunirse en Mendoza (Argentina) "un día antes de la toma de posesión" de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, el próximo 11 de marzo.
Antes de la reunión, el director para Suramérica de la cancillería brasileña, José Eduardo Felicio, dijo que su país podría aportar parte de los fondos necesarios para la faraónica obra a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Explicó que los gobiernos venezolano y argentino también sumarían recursos, aunque admitió que no serían suficientes.
Según dijo en la capital venezolana el vicecanciller venezolano, Pavel Rondón, "se revisarán los aspectos sociales, políticos y económicos que caracterizan a cada nación y no solamente el asunto energético", aunque fuentes argentinas y brasileñas aseguraron que éste será el eje del encuentro.
Indicó que en esa reunión les serán entregados los primeros informes técnicos sobre el proyecto, que será "presentado en público" a mediados de este año en Venezuela en una nueva reunión tripartita. Hasta ahora, se calcula que la construcción del gasoducto, cuyo trazado no está definido, tendrá un coste de entre 17.000 y 20.000 millones de dólares y demandará de entre cinco y siete años de trabajo.