L D (EFE) El Gobierno "en razón de los recientes acontecimientos, y con el fin de proceder a una evaluación exhaustiva de las relaciones bilaterales, ha decidido llamar a consultas a su embajador en Bogotá, señor Pável Rondón", dijo el Ministerio de Exteriores venezolano en un comunicado.
La decisión anunciada por Caracas se produce dos días después de que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunciara que "congelaba" las relaciones con Bogotá, en una escalada verbal con su homólogo de Colombia, Álvaro Uribe. El pasado miércoles, Uribe dio por terminada la mediación de Chávez para intentar lograr un acuerdo de intercambio humanitario entre 45 secuestrados de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por unos 500 insurgentes presos.
Tras una primera respuesta de Caracas, mediante un comunicado ministerial en que el gobierno venezolano aceptó la decisión colombiana aunque la calificó de "lamentable", Chávez dijo el jueves pasado que esperaba hablar con su homólogo para "aclarar las razones y las causas" de esa medida "unilateral". El sábado, el presidente venezolano manifestó que se sentía "traicionado en su buena fe", que había perdido la confianza que tenía en Uribe y que ello iba a afectar a las relaciones bilaterales entre ambos países vecinos.
Al día siguiente, el jefe del Estado venezolano anunció que congelaba las relaciones. "Declaro al mundo que las relaciones con Colombia las meto en un congelador porque no creo en nadie en el gobierno de Colombia. Lo que el presidente de Colombia hizo es lanzar un escupitajo brutal en nuestro rostro. Ha emitido un comunicado cargado de mentiras y eso es grave", dijo Chávez.
Poco después, Uribe, le pedía que no incendiara "el continente", al tiempo que le acusaba de promover un "proyecto expansionista que no tendrá entrada en Colombia". En su respuesta, el presidente colombiano dijo que la mediación de Chávez estaba más interesada "en posibilitar un gobierno con influencia del terrorismo en Colombia, que en ayudarnos a superar la tragedia de los secuestrados y conseguir la paz".
El domingo, Chávez reiteró sus acusaciones contra Uribe al afirmar que se le había caído "la máscara", y admitió la existencia de una "crisis" con Colombia. El gobernante venezolano se mostró convencido de que la decisión de Uribe se debió "a las presiones de Washington, de la extrema derecha y del alto mando militar colombianos".
El embajador de Venezuela en Bogotá viajó el sábado pasada a Caracas en compañía de la senadora colombiana Piedad Córdoba, a cuya gestión de mediación también puso fin Uribe, para llevar a Chávez un vídeo en el que aparecía una entrevista de un policía colombiano en manos de las FARC, según fuentes próximas a la congresista.
Tras una primera respuesta de Caracas, mediante un comunicado ministerial en que el gobierno venezolano aceptó la decisión colombiana aunque la calificó de "lamentable", Chávez dijo el jueves pasado que esperaba hablar con su homólogo para "aclarar las razones y las causas" de esa medida "unilateral". El sábado, el presidente venezolano manifestó que se sentía "traicionado en su buena fe", que había perdido la confianza que tenía en Uribe y que ello iba a afectar a las relaciones bilaterales entre ambos países vecinos.
Al día siguiente, el jefe del Estado venezolano anunció que congelaba las relaciones. "Declaro al mundo que las relaciones con Colombia las meto en un congelador porque no creo en nadie en el gobierno de Colombia. Lo que el presidente de Colombia hizo es lanzar un escupitajo brutal en nuestro rostro. Ha emitido un comunicado cargado de mentiras y eso es grave", dijo Chávez.
Poco después, Uribe, le pedía que no incendiara "el continente", al tiempo que le acusaba de promover un "proyecto expansionista que no tendrá entrada en Colombia". En su respuesta, el presidente colombiano dijo que la mediación de Chávez estaba más interesada "en posibilitar un gobierno con influencia del terrorismo en Colombia, que en ayudarnos a superar la tragedia de los secuestrados y conseguir la paz".
El domingo, Chávez reiteró sus acusaciones contra Uribe al afirmar que se le había caído "la máscara", y admitió la existencia de una "crisis" con Colombia. El gobernante venezolano se mostró convencido de que la decisión de Uribe se debió "a las presiones de Washington, de la extrema derecha y del alto mando militar colombianos".
El embajador de Venezuela en Bogotá viajó el sábado pasada a Caracas en compañía de la senadora colombiana Piedad Córdoba, a cuya gestión de mediación también puso fin Uribe, para llevar a Chávez un vídeo en el que aparecía una entrevista de un policía colombiano en manos de las FARC, según fuentes próximas a la congresista.
Estos acontecimientos se producen en medio de las turbulencias con España por el enfrentamiento con el Rey Juan Carlos, que mandó callar al venezolano durante la Cumbre de Chile cuando Chávez insultaba una y otra vez a Aznar y a los empresarios españoles al tiempo que interrumpía a Zapatero cuando el presidente intentaba mediar. Desde entonces no pasa un día sin que Chávez insulte y amenace al Rey, a los empresarios y a todo lo que se le ponga por delante.
Mientras, Hugo Chávez se enfrenta el domingo a un referéndum para la reforma de la Constitución de Venezuela que le permitirá perpetuarse en el poder. En los últimos días, ha crecido la oposición al cambio.