LD (Agencias) Durante el acto de inicio de las obras de construcción del nuevo aeropuerto internacional de Barinas, ubicado cerca de la localidad de Sabaneta, a unos 520 kilómetros al suroeste de Caracas, Hugo Chávez, predijo que el candidato del Partido Demócrata, Barack Obama, se impondrá en las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebrarán este martes cuatro de noviembre. Por ello, se ofreció para conversar con él y mejorar las tensas relaciones entre EEUU y su país, el principal suministrador de petróleo.
Tras asegurar que el dictador cubano Fidel Castro es su mentor, ha dicho que actualmente existe un choque inevitable entre los intereses estadounidenses y venezolanos. A pesar de ello, se ha ofrecido a calmar las tensiones bilaterales.
En su intervención ante miles de seguidores, Chávez señaló que su régimen no está pidiendo a Obama que "sea un revolucionario o un socialista" y explicó que "sólo queremos que el negro, que está a punto de ser el presidente de EEUU, tenga la suficiente talla para los tiempos que atraviesa el mundo".
Dirigiéndose a Obama, pidió que ponga fin al embargo comercial contra Cuba, retire inmediatamente a sus soldados de Irak y acabe con las "veladas amenazas" contra su régimen y contra Irán. Tras ello, aseguró que está "listo para sentarme y hablar para entrar en una nueva fase" con las próximas autoridades de EEUU. Venezuela, dijo, quiere "un acercamiento al negro desde aquí, que somos indígenas, negros, caribeños, de raza sudamericana".
Y es que el senador por Illinois, que según las encuestas sobre intención de voto, se convertirá en el primer presidente negro de EEUU, ha dicho durante su campaña que de llegar a la Casa Blanca abrirá inmediatamente un diálogo con líderes que consideran a su país un enemigo. Esa posibilidad fue duramente criticada por sus rivales del Partido Republicano que le consideraron un "claro síntoma de tibieza y debilidad".