L D (EFE) El dirigente populista Chávez, ante miles de sus correligionarios reunidos en el estadio Cachamay de Puerto Ordaz, a unos 590 kilómetros al sur de Caracas, dijo que los chavistas están "obligados a una victoria contundente el 15 de agosto, y para ello hay que trabajar duro".
Unos 7.000 seguidores del Gobierno se congregaron en el estadio para tomar juramento como miembros de las llamadas "Unidades de Batalla Electoral" y "Patrullas Electorales", que tiene como tarea "cohesionar a la militancia, captar indecisos y neutralizar adversarios".
En un fogoso discurso, lleno de citas históricas, Chávez señaló que aunque la "mayoría" del país apoya su Gobierno, el "chavismo" aún no puede cantar victoria". "Que no se cante victoria, tenemos adversarios poderosos", declaró Chávez al reiterar que el amo de la oposición venezolana es "la ultraderecha norteamericana, que quiere dominar al mundo".
Chávez llama a poner "toda la fuerza" para la victoria
Por ello, conminó a sus seguidores a "poner todo el esfuerzo, toda la fuerza moral y de movilización y planificar hasta el más mínimo detalle" para conseguir el triunfo en el referendo revocatorio. Chávez acusa al Gobierno del presidente George Bush de "estar detrás" del golpe de Estado que le derrocó durante 48 horas en abril de 2002 y de otros "planes desestabilizadores" contra su Gobierno, lo que Washington ha negado tajantemente.
El gobernante ha dicho que a sus seguidores que en el referendo revocatorio el "enemigo a vencer es Bush", a quien acusa de pretender apoderarse del petróleo de Venezuela, quinto exportador mundial de crudo y cuarto abastecedor más importante de EEUU. Para acabar por adelantado con el mandato de Chávez, la oposición democrática necesita igualar al menos los 3,75 millones de votos con los que el gobernante venezolano salió reelegido en las elecciones de julio de 2000. Por su parte, la oposición también inició este sábado la campaña a favor de la revocación de Chávez el próximo 15 de agosto, con varios actos de toma de juramente a los miembros de los llamados "Comandos por el Sí".