Los campos citados por Chávez son operados desde la década del 90 mediante "asociaciones estratégicas" entre las trasnacionales Exxon Mobil, Chevron y Conoco-Phillips (EEUU), la francesa Total, la noruega Statoil, la británica British Petroleum y Petróleos de Venezuela (PDVSA), con una minoría accionarial. Los campos se encuentran en la Faja del Orinoco (oriente), una región rica en crudos pesados y extrapesados, que produce unos 600.000 barriles diarios de petróleo, según datos oficiales.
Chávez ya había anunciado la "nacionalización" de las asociaciones estratégicas para adecuar las operaciones de "mejoramiento de crudo pesado" a la Ley de Hidrocarburos, que obliga a que PDVSA tenga mayoría accionarial en todas las actividades de exploración, extracción y distribución del crudo y sus derivados.
Sobre las eléctricas dijo: "segundo, (nacionalizaremos en esta área) a Seneca en Nueva Esparta; tercero, Elebol en Ciudad Bolívar; cuarto Eleval en Valencia; quinto Calife en Puerto Cabello y Turboven en Maracay y un conjunto de generadores privados, que son pequeños, y lo estamos evaluando". A los trabajadores de las empresas eléctricas y a los accionistas les exhortó a no dejarse "meter temores". "No se vayan a estar infartando", dijo, antes de garantizar que el servicio eléctrico será generado por "una empresa estatal de propiedad social", lo que incluirá "un sector de los inversionistas nacionales".
Un 87 por ciento de los trabajadores de las eléctricas son propietarios del 1 por ciento del total de las acciones y "con ellos vamos a negociar (...) y los que quieran vender esas acciones se indemnizarán sin ningún daño a su patrimonio", garantizó.
Chávez también calificó de "criminal de guerra" al aspirante a número dos del Departamento de Estado, John Negroponte, y le advirtió de que lo "espera" en Venezuela "sin miedo" para hacer frente a los presuntos planes intervencionistas de Estados Unidos en el país suramericano. "El presidente de Estados Unidos debería renunciar si tuviera algo de dignidad (...) no tiene ya ni capacidad política, ni capacidad moral ni de ningún tipo para gobernar aquel país", declaró Chávez en una rueda de prensa con medios extranjeros y locales en la sede del gobierno.
En una larga intervención, en la que comparó el talante "fascista" de Bush con el de Adolfo Hitler, el jefe del Estado venezolano insistió en que "si en algún país hay miseria, pobreza y la más alta desigualdad es en Estados Unidos". "En Estados Unidos lo que hay es una dictadura de una elite (...) pido a Dios por el pueblo de EEUU, ojalá sea capaz de liberarse de la tiranía que tienen. Pido a Dios por el mundo, ojalá seamos capaces de liberarnos de la amenaza imperialista", expresó Chávez.
Chávez respondió a las críticas de Negroponte vertidas el pasado martes, cuando lo acusó de haber intentado "exportar su populismo" y de supuestamente ser una fuerza negativa para la región, durante una audiencia ante el comité del Senado que debe confirmar su designación como el segundo al mando en el Departamento de Estado. "Ese (Negroponte) es un criminal de guerra, y ahora el otro criminal de guerra que es Bush lo ha nombrado, creo que lo ha nombrado, segundo en el Departamento de Estado", dijo Chávez, que condenó los presuntos planes del aspirante al alto cargo de intervenir en Venezuela. "Si usted (Negroponte) quiere 'come on', que aquí lo esperamos a usted y a sus criminales de guerra, no tenemos miedo", expresó el presidente de Venezuela.
Dice que apreció una "notable mejoría" en la salud de Castro