L D (Agencias) En su maratoniano programa dominical de radio y televisión "Aló, presidente", Hugo Chávez volvió a utilizar su discurso más radical. El mandatario aseguró que nacionalizará las clínicas privadas si no "recapacitan" y bajan los precios de los servicios médicos que, según su opinión, son "especulativos" y "exorbitantes". "No voy a seguir tolerando esa medicina privada degenerada", declaró el presidente, que llegó incluso a asegurar que "expropiará" los centros de salud que se nieguen a respetar una regulación estricta.
El gremio de clínicas privadas presentó hace dos semanas ante el Parlamento oficialista una propuesta de precios, que los diputados calificaron de "insatisfactoria" por estar "entre veinticinco y treinta por ciento por encima" de lo esperado por el Ejecutivo. El portavoz de las clínicas, Irwin Peña, expresó entonces su "sorpresa" por la reacción oficialista y dijo que la propuesta de precios presentada obedecía a una estructura de costos y no a un "antojo".
El diario Universal, en su edición digital, también destaca esta exigencia de Chávez. "El médico no pregunta ni pide nada, da la vida. Si alguien quiere hacerse rico, que no se meta a médico", recomendó el presidente de Venezuela, en declaraciones recogidas por este diario.
La educación, también en el punto de mira
Sin embargo, la sanidad no es la única materia en el punto de mira de Chávez. El presidente de Venezuela no dudó en afirmar rotundo que irán a prisión "todos los directores" de centros educativos que no apliquen el nuevo "currículum bolivariano". Además, reiteró que nacionalizará las escuelas y universidades que se nieguen a asumirlo.
"Escuela que no cumpla ¡nacionalícese!. Universidad que no cumpla, ¡nacionalícese!", ordenó Chávez, y añadió que "si el director de algún centro de educación es muy bravo y se resiste ¡va preso!" porque estaría violando la ley, según dijo.
Desde hace seis años, Chávez impulsa el "modelo de educación bolivariana", el cual está destinado a garantizar instrucción "gratuita, pública, obligatoria y de alta calidad", a "acabar con el modelo consumista" y convertir a Venezuela en una "potencia mundial", según ha dicho el gobernante.
Esta postura no comulga con las ideas de la oposición, los gremios de educadores y de padres de familia y la Iglesia Católica venezolana que han señalado que el modelo bolivariano de educación es "ideologizante" y busca "adoctrinar a los niños y jóvenes".