LD (EFE) En su programa dominical "¡Aló, presidente!", el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lanzó fuertes insinuaciones respecto a la actitud y lealtad de los militares bolivianos al presidente de Bolivia, Evo Morales, que enfrenta una de las peores crisis de su mandato. Al menos treinta personas han muerto en el departamento de Pando por los enfrentamientos entre autonomistas y oficialistas.
En vísperas de la reunión que la UNASUR celebrará en Chile para analizar la crisis boliviana, Chávez –que expulsó hace cuatro días al embajador de EEUU en Caracas, Patrick Duddy, en solidaridad con La Paz– volvió a instar al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas bolivianas, general Luis Trigo, a que apoye a Morales.
El venezolano insinuó nuevamente que el alto mando militar no hace lo suficiente para respaldar al Gobierno boliviano en la crisis que atraviesa el país y llegó a hablar de "órdenes extrañas" del general Trigo, supuestamente contra el estado de sitio decretado. Chávez añadió que, "afortunadamente", posteriormente fue informado de que "oficiales de otras jerarquías y soldados leales al Gobierno sí están cumpliendo la orden del presidente Evo Morales".
Bajo ese panorama, Chávez advirtió que no se quedará "de brazos cruzados" si le pasa algo a su "hermano" Morales, cuatro días después de haber asegurado que si al presidente boliviano lo derrocaran o mataran le estarían "dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia". A su vez, el ministro de Defensa de Bolivia, Walker San Miguel, dijo que su país no necesita de la intervención extranjera y añadió que "los bolivianos resolvemos nuestros problemas. Vamos a pacificar Pando".