L D (Europa Press) La comunicación oficial de la retirada española al primer responsable operativo de las tropas aliadas en Kosovo, el general Guisseppe E. Gay, jefe de la KFOR, se produjo el mismo día en que la ministra de Defensa, Carme Chacón, la hizo pública en una visita por sorpresa a la Base de Istok, en la que dicho general ni siquiera estuvo presente, según confirmó un portavoz oficial del comandante en jefe de la KFOR.
La agencia Europa Press, además, confirma lo que adelantaron este domingo El Mundo y El País: para calmar a la administración estadounidense, Bernardino León se comprometió a que la retirada se realizaría atendiendo al "criterio" de "los mandos militares sobre el terreno". Los diarios apuntaban, además, a un posible respaldo con más tropas a la misión en Afganistán.
Fuentes gubernamentales explicaron que esas garantías fueron el principal compromiso que trasladó el secretario general de la Presidencia del Gobierno y sería lo que habría permitido tranquilizar, según el Ejecutivo, a la Administración estadounidense, que se había declarado antes "profundamente decepcionada".
El compromiso adoptado ante la Administración Obama se sustentó en las garantías de que el repliegue militar español se realizará en todo caso porque es una decisión "política" pero siempre atendiendo al criterio "de los mandos militares sobre el terreno".