LD (EFE) La "primera dama" de Francia, Cecilia Sarkozy, asegura en una entrevista que las "contrapartidas" que ofreció en sus conversaciones con el líder libio, Muamar Gadafi, para la liberación de cinco enfermeras y un médico búlgaros condenados a cadena perpetúa en Libia fueron "de orden médico".
La esposa del presidente Nicolas Sarkozy explica en una entrevista concedida al periódico L'Est républicain, que su intervención en ese asunto respondió a su tendencia a "ayudar a las gentes que sufren", algo que dice ha hecho "toda mi vida" y advierte que "no piensa cambiar. Nadie me impedirá jamás intentar ayudar o aliviar la miseria del mundo, sea el país que sea".
Según cuenta Cecilia Sarkozy, "ofrecí al hospital de Bengasi médicos encargados de formar a sus colegas libios, equipamiento, tratamientos contra el sida y visados rápidos para que los casos urgentes pudieran venir a tratarse en Francia". Negoció sin descanso, recuerda, "durante 59 horas con todos los dirigentes libios concernidos por el asunto".
En una parte de la entrevista, relata que "llegué (a Libia) como mujer y madre y sin perder el tiempo forzosamente en la complejidad de las relaciones internacionales, pero con la firme intención de salvar vidas". Sobre sus conversaciones con el coronel Gadafi, dice que fueron "en inglés y cara a cara, sin interprete". El líder libio, dice, comprendió que con ella "podía hacer un gesto humano susceptible de mejorar su imagen".
Seis sanitarios búlgaros estuvieron encarcelados más de ocho años en Libia y condenados a cadena perpetua por ser considerados culpables de contagiar el virus del sida a más de cuatrocientos niños en el hospital infantil de Bengasi. A finales del pasado mes de julio, las cinco enfermeras y un médico árabe nacionalizado búlgaro fueron extraditados a Bulgaria e indultados, tras las gestiones efectuadas por la Unión Europea (UE) y, en particular, Francia.