LD (Agencias) Una bomba de unos setecientos kilos, que no llegó a explotar, habría sido arrojada por dos cazas rusos que incursionaron en el espacio aéreo de Georgia. Según el portavoz del Ministerio de Interior, Shotá Ustiashvili, el artefacto "cayó a varias decenas de metros de una carretera y de unas casas de campesinos, pero nadie resultó herido". La zona se encuentra cerca de Tsitelubani, cerca de la región separatista de Osetia del Sur.
Ustiashvili, que precisó que el incidente se produjo este lunes por la tarde, indicó que zapadores del Ejército georgiano trabajan en el lugar donde cayó la bomba. Por su parte, el ministro de Interior, Vano Merabishvili, dijo que "nuestros radares muestran que los jets han partido de Rusia y han vuelto en la misma dirección. Valoro esta acción como un acto de agresión llevado a cabo por aviones que volaban desde un territorio de otro Estado".
En Moscú, el portavoz de la Fuerza Aérea de Rusia, coronel Alexandr Drobyshevski, rechazó las acusaciones georgianas. En declaraciones a la agencia de noticias Itar-Tas, dijo que este lunes "los aviones de la Fuerza Aérea rusa no efectuaron misiones en esa zona, por lo que de ninguna manera pudieron violar el espacio aéreo del Estado vecino". Insistió en que "Rusia no ha violado los límites de la soberanía de Georgia".
Rusia y Georgia mantienen una relación conflictiva. Moscú apoya a las regiones separatistas georgianas de Abjasia y de Osetia del Sur. La constante fricción provocó que en 2006, las autoridades de Tblisi expulsó a cuatro militares acusados de espiar para el Kremlin que respondió retirando a su embajador y cortando las comunicaciones con territorio georgiano. Además, expulsó a varios inmigrantes del vecino país asegurando que eran ilegales.