L D (Agencias) Las fuerzas del orden subrayaron que los redadas no están relacionadas con el supuesto complot para derribar aviones en ruta desde el Reino Unido a EEUU que la Policía británica desarticuló el pasado 10 agosto. La operación policial tampoco está vinculada a los atentados cometidos el 7 de julio del 2005 contra la red de transporte de Londres, que causaron 56 muertos y unos 700 heridos.
Un portavoz de Scotland Yard se limitó a decir que "los arrestos en el sur y el este de Londres acaecieron después de muchos meses de vigilancia e investigación", al tiempo que los agentes registraron viviendas en el norte, sur y este de la capital británica. Según la cadena pública británica BBC, una de las redadas se efectuó en un restaurante chino situado en la zona de Borough Road (sur de Londres), cerca de la sede de la South Bank University.
Hasta cuarenta agentes antidisturbios irrumpieron en el restaurante, que estaba abarrotado de clientes, después de las 21:00 horas del viernes, según la BBC, al añadir que en el local fueron detenidas varias personas. Los catorce supuestos terroristas están actualmente recluidos en una comisaría del centro de Londres, donde serán interrogados.
Según la nueva legislación antiterrorista británica, en vigor desde este año, las fuerzas del orden disponen de un plazo máximo de 28 días, desde el momento de la detención, para interrogar a los sospechosos. Sin embargo, la Policía no puede agotar la totalidad de esas cuatro semanas sin requerir cada cierto tiempo un permiso judicial. Al término de ese periodo, las fuerzas de seguridad deben presentar una acusación formal o poner en libertad a los arrestados.
Por otro lado, una portavoz oficial comentó que el ministro británico del Interior, John Reid, ha sido "completamente informado del desarrollo de la operación antiterrorista".
Scotland Yard vigila a miles de personas por sus vínculos con el terrorismo
"Lo que hemos aprendido desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU es que la amenaza no es algo que viene simplemente del extranjero", dijo Clarke. El subcomisario añadió que lo que ya se ha visto lamentablemente en la práctica y de forma sangrienta es que "nos enfrentamos a una amenaza que está siendo generada aquí, dentro del Reino Unido".
Clarke rehusó dar un número exacto de las personas que son sometidas a vigilancia y dijo que entre ellas había no sólo sospechosos de intentar perpetrar atentados, sino también individuos "que podrían estar tentados a darles apoyo, animarles o asistirles". La cifra dada por Clarke es la más alta divulgada hasta la fecha, aunque estimaciones anteriores apuntaban a un crecimiento del número de personas en el Reino Unido con presuntos vínculos con actividades terroristas.