L D (Agencias) Fidel Castro ha visitado Paraguay por primera vez en su vida, ya que el país estuvo bajo el régimen anticomunista de Alfredo Stroessner, ahora exiliado en Brasil, desde 1954 hasta 1989, lo que impidió que el líder cubano pasara nunca por allí. Castro, que acudió a la toma de posesión del presidente paraguayo Nicanor Duarte, aprovechó su visita a Asunción para pronunciar una conferencia de cinco horas de duración organizada por distintas organizaciones de izquierdas y dirigida a los jóvenes paraguayos.
Durante su conferencia, frecuentemente interrumpida por los 5.000 asistentes a la misma en un polideportivo de Asunción, la capital de Paraguay, Fidel Castro renovó sus críticas a la Unión Europea y acusó a esta organización de utilizar, con fines publicitarios, la ayuda humanitaria que prestaba a la isla y a la que renunció el dictador el mes pasado. Curiosamente, el presidente cubano sólo habló bien de la Unión Europea cuando ensalzó las medidas tomadas en Europa para favorecer la libertad de tránsito de capital, de mercancías y de personas.
Esos elogios surgieron cuando comparó ese nivel de integración con los intentos de Estados Unidos de crear una zona de libre comercio en América para el año 2005, pero sin incluir la libre circulación de personas por el continente. "Sólo se admite el tránsito hacia allí (EEUU) de científicos, de investigadores, de las inteligencias desarrolladas con los recursos y las instituciones de nuestros países", dijo el líder cubano, que se declaró contrario al Acuerdo de Libre Comercio para América Latina, que debería ponerse en marcha el 1 de enero de 2005.
Un discurso similar contra la libertad de comercio
En la misma línea, su ahijado político, el presidente de Venezuela Hugo Chávez, mantuvo un discurso similar en Uruguay, país en el que asistió a una reunión del comité de representantes de los 12 países que integran la Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI), que tiene su sede permanente en Montevideo. Con su encendido discurso habitual, Chávez se definió como "un soldado, un revolucionario bolivariano, no comunista, no marxista, no castrista, aunque tengo amistad con Fidel Castro, cristiano y que busca la justicia social a toda costa". A continuación arremetió contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que dijo que ha sido "nefasto" para los países de América Latina.
Sobre el FMI, Chávez dijo que esta institución "aplicó" en la mayoría de los países de la región "fórmulas neoliberales casi mágicas", con "la promesa de que contribuirían al desarrollo", y en lugar de ello "llevaron a los países al quinto infierno, y Argentina fue una clara muestra de ello". A continuación, Hugo Chávez arremetió contra el ALCA. "Como está proyectada no sirve", porque "no atiende los problemas sociales: la educación, al vivienda, los jubilados, los niños con hambre", dijo. En su lugar, defendió su idea de impulsar una Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA) frente al ALCA, que, en su opinión, "contribuirá a aumentar las diferencias y la pobreza en la región".
En la que es considerada la casa de la integración regional de América Latina, el presidente de Venezuela profundizó en su idea alternativa al ALCA y convocó a la "fortaleza unitaria" de la región. "Juntos podemos hacer muchas cosas, defender nuestras riquezas, luchar contra los subsidios, exigir nuestros derechos, pero separados tenemos poco por hacer frente a los grandes y poderosos", aseguró. Venezuela "tiene una visión diferente" de lo que debe ser la integración, dijo Chávez a los representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y su país, que integran la ALADI.
Dispuesto a crear PetroAmérica
"Primero debe haber una verdadera integración política y social en cada país; en Venezuela eso no ocurre actualmente", destacó. A ello se debe agregar "la integración social sin exclusiones, con especial atención a los pobres y marginados", y "recién después podemos pensar en el mundo multipolar o globalizado". América Latina "tiene las riquezas humanas y materiales" para "salir adelante en medio de tantas dificultades, pero debemos ser valientes y tomar decisiones, aunque algunas no les guste a gente de otras latitudes", afirmó.
En este sentido, expuso uno de sus proyectos, que consiste en crear "una gran petrolera regional", con el nombre de PetroAmérica o PetroSur, mediante un acuerdo entre los gobiernos de Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. "Tenemos en Sudamérica una de las mayores reservas de petróleo y gas del mundo, juntos podemos explotarlas para beneficio de nuestros pueblos, y si alguien en el norte se molesta, mala suerte", subrayó.
Chávez también insistió en su idea de crear un Fondo Financiero Latinoamericano, "que permita préstamos y ayudas para los pequeños productores, base fundamental en la economía regional". Tras destacar que su país exporta 1,5 millones de barriles de petróleo diarios a Estados Unidos, ofreció "la experiencia, tecnología y conocimiento" de los técnicos venezolanos para "ayudar a nuestros hermanos latinoamericanos". América Latina "se debe" una discusión "seria y profunda" sobre la deuda externa, y el Gobierno venezolano "está dispuesto a destinar 1.000 millones de dólares al año del pago de esa deuda para ayudar a países como Haití, Jamaica, Nicaragua o El Salvador, llenos de dificultades y con pocas opciones", aseguró.
En la región "soplan vientos de cambio", que "pasan" por Caracas, por Brasilia, dijo en alusión al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, y por Buenos Aires, en relación al presidente argentino Néstor Kirchner. "Para nosotros (se supone que para él, Lula y Kirchner) primero está la gente y después el mercado y la economía", agregó Chávez, quien este lunes iniciará una visita oficial a Argentina.
Durante su conferencia, frecuentemente interrumpida por los 5.000 asistentes a la misma en un polideportivo de Asunción, la capital de Paraguay, Fidel Castro renovó sus críticas a la Unión Europea y acusó a esta organización de utilizar, con fines publicitarios, la ayuda humanitaria que prestaba a la isla y a la que renunció el dictador el mes pasado. Curiosamente, el presidente cubano sólo habló bien de la Unión Europea cuando ensalzó las medidas tomadas en Europa para favorecer la libertad de tránsito de capital, de mercancías y de personas.
Esos elogios surgieron cuando comparó ese nivel de integración con los intentos de Estados Unidos de crear una zona de libre comercio en América para el año 2005, pero sin incluir la libre circulación de personas por el continente. "Sólo se admite el tránsito hacia allí (EEUU) de científicos, de investigadores, de las inteligencias desarrolladas con los recursos y las instituciones de nuestros países", dijo el líder cubano, que se declaró contrario al Acuerdo de Libre Comercio para América Latina, que debería ponerse en marcha el 1 de enero de 2005.
Un discurso similar contra la libertad de comercio
En la misma línea, su ahijado político, el presidente de Venezuela Hugo Chávez, mantuvo un discurso similar en Uruguay, país en el que asistió a una reunión del comité de representantes de los 12 países que integran la Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI), que tiene su sede permanente en Montevideo. Con su encendido discurso habitual, Chávez se definió como "un soldado, un revolucionario bolivariano, no comunista, no marxista, no castrista, aunque tengo amistad con Fidel Castro, cristiano y que busca la justicia social a toda costa". A continuación arremetió contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que dijo que ha sido "nefasto" para los países de América Latina.
Sobre el FMI, Chávez dijo que esta institución "aplicó" en la mayoría de los países de la región "fórmulas neoliberales casi mágicas", con "la promesa de que contribuirían al desarrollo", y en lugar de ello "llevaron a los países al quinto infierno, y Argentina fue una clara muestra de ello". A continuación, Hugo Chávez arremetió contra el ALCA. "Como está proyectada no sirve", porque "no atiende los problemas sociales: la educación, al vivienda, los jubilados, los niños con hambre", dijo. En su lugar, defendió su idea de impulsar una Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA) frente al ALCA, que, en su opinión, "contribuirá a aumentar las diferencias y la pobreza en la región".
En la que es considerada la casa de la integración regional de América Latina, el presidente de Venezuela profundizó en su idea alternativa al ALCA y convocó a la "fortaleza unitaria" de la región. "Juntos podemos hacer muchas cosas, defender nuestras riquezas, luchar contra los subsidios, exigir nuestros derechos, pero separados tenemos poco por hacer frente a los grandes y poderosos", aseguró. Venezuela "tiene una visión diferente" de lo que debe ser la integración, dijo Chávez a los representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y su país, que integran la ALADI.
Dispuesto a crear PetroAmérica
"Primero debe haber una verdadera integración política y social en cada país; en Venezuela eso no ocurre actualmente", destacó. A ello se debe agregar "la integración social sin exclusiones, con especial atención a los pobres y marginados", y "recién después podemos pensar en el mundo multipolar o globalizado". América Latina "tiene las riquezas humanas y materiales" para "salir adelante en medio de tantas dificultades, pero debemos ser valientes y tomar decisiones, aunque algunas no les guste a gente de otras latitudes", afirmó.
En este sentido, expuso uno de sus proyectos, que consiste en crear "una gran petrolera regional", con el nombre de PetroAmérica o PetroSur, mediante un acuerdo entre los gobiernos de Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. "Tenemos en Sudamérica una de las mayores reservas de petróleo y gas del mundo, juntos podemos explotarlas para beneficio de nuestros pueblos, y si alguien en el norte se molesta, mala suerte", subrayó.
Chávez también insistió en su idea de crear un Fondo Financiero Latinoamericano, "que permita préstamos y ayudas para los pequeños productores, base fundamental en la economía regional". Tras destacar que su país exporta 1,5 millones de barriles de petróleo diarios a Estados Unidos, ofreció "la experiencia, tecnología y conocimiento" de los técnicos venezolanos para "ayudar a nuestros hermanos latinoamericanos". América Latina "se debe" una discusión "seria y profunda" sobre la deuda externa, y el Gobierno venezolano "está dispuesto a destinar 1.000 millones de dólares al año del pago de esa deuda para ayudar a países como Haití, Jamaica, Nicaragua o El Salvador, llenos de dificultades y con pocas opciones", aseguró.
En la región "soplan vientos de cambio", que "pasan" por Caracas, por Brasilia, dijo en alusión al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, y por Buenos Aires, en relación al presidente argentino Néstor Kirchner. "Para nosotros (se supone que para él, Lula y Kirchner) primero está la gente y después el mercado y la economía", agregó Chávez, quien este lunes iniciará una visita oficial a Argentina.