L D (EFE) Castro, convaleciente desde hace nueve meses de una enfermedad declarada secreto de Estado, se refiere en el artículo divulgado en la noche de este lunes al intento de secuestro de un avión perpetrado por dos jóvenes reclutas el pasado jueves en el aeropuerto de La Habana, que concluyó con la muerte de un rehén militar.
El dictador cubano revela algunos detalles que se habían omitido en la información oficial, como que los dos asaltantes, que cumplían el Servicio Militar Activo, no han sido juzgados aún porque resultaron heridos durante el suceso. "Uno de ellos por los disparos que hizo el otro dentro del avión", aclara. Los dos reclutas desertaron de una instalación militar en los alrededores de La Habana, asesinaron a un soldado de vigilancia y robaron dos fusiles automáticos.
En la madrugada del jueves, secuestraron un autobús con rehenes, entraron a la fuerza en la terminal de vuelos nacionales del aeropuerto, accedieron a un avión y pidieron su traslado a territorio estadounidense, "aspirando a disfrutar del consumismo en Estados Unidos", señala el artículo, el quinto del tirano difundido desde finales de marzo.
Dentro de la aeronave, continúa el relato, asesinaron al teniente coronel Víctor Ibo Acuña, que estaba desarmado, había sido capturado como rehén en el autobús e intentó evitar el secuestro. "Ahora muchas personas en el exterior esperan la reacción de los Tribunales y el Consejo de Estado ante un pueblo profundamente indignado con los acontecimientos. Hace falta una gran dosis de serenidad y sangre fría para enfrentar tales problemas", afirma Castro.
Podrían ser condenados a muerte
Algunos sectores dentro de Cuba, como la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDH) han advertido que los asaltantes podrían enfrentarse a la pena de muerte, como ocurrió en abril de 2003, cuando tres secuestradores de una lancha de pasajeros fueron ejecutados, rompiendo una moratoria que se había mantenido desde 2000.