LD (Agencias) Activistas de derechos humanos y familiares de disidentes condenados en Cuba denunciaron la situación de los opositores dispersados en las cárceles del país y advirtieron del precario estado de salud de al menos dos de ellos. Elizardo Sánchez, que encabeza la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), explicó que al menos 65 de los disidentes condenados han sido internados en celdas de aislamiento "bajo condiciones infrahumanas". Explicó que casi todos han sido trasladados a prisiones de alta seguridad, a centenares de kilómetros de La Habana, donde no tienen acceso a agua potable y la disponible está contaminada. "A estas alturas, los 75 deben estar enfermos de parásitos", dijo el activista cubano, especialmente preocupado por los casos del economista Oscar Espinosa Chepe, de 62 años, y el pedagogo Roberto de Miranda, ambos condenados a 20 años. Ambos fueron trasladados a prisiones distantes de La Habana pese a que estaban ingresados en el Hospital Militar de la capital cubana.
Sánchez subrayó que el Oscar Elías Biscet, condenado a 25 años, es quien está en peores condiciones. Elsa Morejón, su esposa, denunció que él está prácticamente desnudo en una celda de castigo porque rechazó las normas de la prisión y se negó a vestir el uniforme de presidiario. Al parecer, el disidente sólo viste calzoncillos y una toalla en la cintura, en la cárcel de Kilo Cinco y Medio (Pinar del Río), a unos 200 kilómetros de La Habana. "El castigo incluye además no tener contacto con el exterior, ni poder acceder a sus pertenencias, su ropa, literatura o cualquiera de las cosas que le lleve la familia", dijo Morejón Biscet, de 41 años, era líder de la Fundación Lawton, salió de prisión en octubre del año pasado tras cumplir tres años de cárcel por desacato y desorden público, y fue detenido de nuevo el 6 de diciembre.
Blanca Reyes, esposa del escritor y periodista Raúl Rivero, explicó que su marido ha perdido unos 15 kilos, aunque se encuentra en buen estado físico. Rivero está solo en una celda de una prisión de Ciego de Avila, a unos 600 kilómetros de La Habana, y ha empezado a escribir un nuevo libro de poemas. Relató que en su más reciente visita encontró a su marido vestido de civil, esposado, con el pelo rapado "pero muy animado". Según Reyes, Rivero intenta hacer ejercicio a diario y camina 2.000 pasos cada día en el interior de la celda.
Los tribunales cubanos condenaron en abril pasado a 75 disidentes a penas que en conjunto suman 1.454 años de prisión por atentar contra la soberanía e independencia del Estado, conspirar con EEUU y socavar los principios de la revolución.
Sánchez subrayó que el Oscar Elías Biscet, condenado a 25 años, es quien está en peores condiciones. Elsa Morejón, su esposa, denunció que él está prácticamente desnudo en una celda de castigo porque rechazó las normas de la prisión y se negó a vestir el uniforme de presidiario. Al parecer, el disidente sólo viste calzoncillos y una toalla en la cintura, en la cárcel de Kilo Cinco y Medio (Pinar del Río), a unos 200 kilómetros de La Habana. "El castigo incluye además no tener contacto con el exterior, ni poder acceder a sus pertenencias, su ropa, literatura o cualquiera de las cosas que le lleve la familia", dijo Morejón Biscet, de 41 años, era líder de la Fundación Lawton, salió de prisión en octubre del año pasado tras cumplir tres años de cárcel por desacato y desorden público, y fue detenido de nuevo el 6 de diciembre.
Blanca Reyes, esposa del escritor y periodista Raúl Rivero, explicó que su marido ha perdido unos 15 kilos, aunque se encuentra en buen estado físico. Rivero está solo en una celda de una prisión de Ciego de Avila, a unos 600 kilómetros de La Habana, y ha empezado a escribir un nuevo libro de poemas. Relató que en su más reciente visita encontró a su marido vestido de civil, esposado, con el pelo rapado "pero muy animado". Según Reyes, Rivero intenta hacer ejercicio a diario y camina 2.000 pasos cada día en el interior de la celda.
Los tribunales cubanos condenaron en abril pasado a 75 disidentes a penas que en conjunto suman 1.454 años de prisión por atentar contra la soberanía e independencia del Estado, conspirar con EEUU y socavar los principios de la revolución.