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Castro intenta desviar la atención de sus crímenes con actos populistas contra España e Italia

Fidel Castro y su hermano Raúl encabezaron la movilización contra las embajadas de España e Italia en La Habana para protestar contra las sanciones de la UE a Cuba. El dictador considera a Aznar y a Berlusconi los artífices de la medida. El vicepresidente español Rato ha dicho que Castro puede convocar las manifestaciones que le plazcan, pero que lo que tiene que hacer y no hace es garantizar los DDHH de sus ciudadanos.

L D (Agencias) El dictador Fidel Castro y varios de sus ministros encabezan la movilización que transcurre este jueves en la capital de la isla contra la embajada de España. El ministro de Defensa, Raúl Castro, hermano del presidente, encabeza otra marcha organizada frente a la embajada de Italia. Ambos aparecieron vestidos de uniforme color verde olivo y acompañados por sus más directos colaboradores para liderar las protestas, transmitidas en directo por todos los canales de radio y televisión del país. Miles de personas corean consignas contra el presidente español, como "Aznar, marioneta, a Cuba se la respeta", y portan carteles con lemas como "Aznar, en 1898 nos vendieron a EEUU, hoy vendes tu país al imperio" o "Si en 1898 no pudieron con nosotros, cien años después ni lo intentes".

El Gobierno cubano convocó a los habaneros ante las sedes diplomáticas de ambos países, cuyos mandatarios son considerados por Fidel Castro como los principales responsables de la declaración de la Unión Europea sobre la isla, que calificó, entre otras lindezas, de "retrógrada" y "papelucho grosero e insolente". Cientos de miles de personas se han movilizado durante toda la madrugada en los puntos de reunión previstos y avanzan frente a ambas delegaciones diplomáticas agitando banderas cubanas y gritando consignas contra Aznar y Berlusconi. Frente a la legación italiana, los manifestantes exhiben pancartas con leyendas como "No estamos en tiempos de Julio César, Nerón o Mussolini", o caricaturas de Berlusconi con el gorro que usaba Mussolini, y lanzan consignas contra la Unión Europea.

Las protestas se desarrollan de forma pacífica, en medio de arengas a la población para defender la independencia cubana, vivas a Fidel y condenas contra el fascismo, y transcurren frente a edificios habaneros adornados con gigantescas banderas cubanas. Las sedes de España, frente al Malecón, en La Habana Vieja, e Italia, en la Quinta Avenida del barrio residencial de Miramar, permanecen cerradas y rodeadas de un fuerte cordón de seguridad.

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