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Castro expulsa a un diplomático checo de Cuba y Praga anuncia "medidas recíprocas"

La tiranía cubana no ha renovado el visado al consejero de Asuntos Políticos de la Embajada de la República Checa, Stanislav Kázecky, y lo ha emplazado a abandonar el país en 72 horas. "En la práctica es lo mismo que una expulsión", ha dicho Kázecky. El gobierno checo ha defendido con insistencia la excarcelación de los presos políticos cubanos. Praga ha protestado por este suceso y ha anunciado que tomará "medidas recíprocas". La detención de una modelo checa por hacer un reportaje fotográfico sobre la miseria habanera y la protesta de Cuba por las ayudas checas a la disidencia han sido los últimos capítulos de la tensas relaciones entre ambos gobiernos.

L D (EFE) Kázecky que inició su misión en Cuba en abril de 2004 ha señalado que "las autoridades se negaron a prolongar mi visado y me dieron un plazo de 72 horas para abandonar el país", señaló, que apuntó que el gobierno cubano no ha dado ninguna explicación oficial sobre su decisión. El funcionario checo ha explicado que había solicitado la renovación anual de su visado y que anoche las autoridades cubanas avisaron al jefe de la legación diplomática de que habían decidido no renovárselo y que tendría que abandonar el país el sábado.

"Hemos pedido un encuentro con la Cancillería cubana hoy para pedir explicaciones pero no nos han dado la entrevista y hasta ahora no hay explicación", ha comentado. Según Kázecky, el gobierno de la República Checa ha mantenido una "política bastante abierta sobre la defensa de los derechos humanos en Cuba y yo estaba representando esa política", aunque "tuve la misma relación con representantes de la oposición cubana que otros muchos diplomáticos de varios países".

Las autoridades castristas no han hecho público ningún comentario oficial. En octubre del pasado año, se prohibió en el último momento la celebración de la Fiesta Nacional de la República Checa en un conocido hotel de La Habana. El gobierno checo se ha pronunciado con insistencia en favor de la excarcelación de los presos políticos cubanos y ha sido uno de los europeos más críticos con el gobierno de La Habana.

 
Praga protesta por la medida y anuncia medidas recíprocas
 
La República Checa ha protestado enérgicamente por la no prolongación del visado de residencia de Stanislav Kázecky, lo que Praga interpreta como una expulsión tácita de la isla caribeña, y anunció que tomará medidas de reciprocidad. "Cuba sin duda reacciona a la política exterior checa, que critica con rigor la socavación de los derechos humanos en Cuba y apoya a la disidencia cubana", ha señalado el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Checa en un comunicado difundido en Praga.

El Palacio Czernin, sede de la diplomacia checa, considera la medida del régimen castrista, el cual supuestamente no ha dado explicaciones sobre las razones por las que ha negado la renovación del visado, como "un intento evidente de polarizar las relaciones entre la República Checa y Cuba". "La República Checa tomará medidas recíprocas", se advierte en la nota.

 
Este incidente diplomático aumenta las tensiones entre Praga y La Habana, pues se suma a otros conflictivos incidentes. El último de ellos data de febrero pasado, cuando la encargada de negocios de la embajada cubana en la capital checa, Aymeé Hernández, presentó una nota de protesta por las ayudas del ministerio checo a organizaciones no gubernamentales que apoyan a la disidencia cubana. Esa reacción de Cuba fue el colofón de otro incidente protagonizado por la modelo checa Helena Houdova, que fue detenida en la isla varias horas por colaborar con la ONG "Hombre en apuros" en un reportaje fotográfico sobre la miseria en barrios periféricos de la capital cubana. 
 

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