Castro arremete contra Bush en un intento de eclipsar la ola de represión en Cuba

L D (EFE) El dictador ha aprovechado la guerra de Irak no sólo para hacer una “limpieza” de los disidentes cubanos y encarcelar a casi un centenar sino para firmar las condenas a muerte de tres personas que habían robado una lancha para escapar de la dictadura. Los inmediatos fusilamientos (en la imagen, la madre de Enrique Copello, uno de los ejecutados) han desatado las críticas de la mayoría de los gobiernos democráticos y las asociaciones de Derechos Humanos. Castro hace oídos sordos y culpa de esta reacción internacional a su eterno enemigo: EEUU.

El dictador ha dicho que su país se enfrenta a “provocaciones” de Washington que pretenden conducir a una “agresión militar” y ha advertido de que, si llegara a producirse, EEUU se encontraría con una “guerra de los cien años”.

“Ahora estamos enfrascados en esta batalla contra las provocaciones que pretenden conducir a un conflicto y a una agresión militar de EEUU”, dijo Castro en un acto en homenaje al presidente venezolano, Hugo Chávez, con motivo del primer aniversario del intento de golpe de Estado del que fue objeto. “Vamos a ver cómo termina esa batalla”, dijo el líder cubano, convencido de que Estados Unidos tiene la fuerza y la tecnología pero “de política no saben nada”. “Si hacen una guerra contra nosotros, se equivocan”. “No la queremos, desde luego”, añadió.

“Se equivocan si intentan emplearla contra nosotros porque venimos desde hace mucho rato estudiando cada guerra, cada tecnología, cada cosa de lo que hay que hacer”, dijo Castro. “Esa sería la guerra de los 100 años si entran aquí, porque también lo mismo que en la política, en la guerra hay que tener una idea muy clara de lo que debe hacerse. En eso estamos nosotros preparados, tenemos una idea muy clara de lo que debemos hacer en todos los terrenos”, insistió.

“Tengan la seguridad que no podrán jamás; llevan 44 años, no lo pudieron conseguir cuando no había todavía una conciencia patriótica antibastistiana emotiva, pero había una conciencia revolucionaria, había una cultura revolucionaria, y eso va a crecer todos los días y a ritmo cada vez más rápido”, aseguró el dictador cubano.