(Libertad Digital) Por su interés ante un asunto que en modo alguno nos resulta ajeno publicamos su texto:
Y ahora, declárenme persona non grata.
Yo no sé qué le esta pasando al exilio cubano. Tras la lamentable actuación de la ONU ayer con esa votación de todo punto inaceptable, el exilio cubano proclama que esta sesión de la Comisión ha sido una victoria. El reconocimiento a los esfuerzos de la disidencia en Cuba, Joe Garcia “FNCA” ); Los disidentes y periodistas encarcelados deben sentirse complacidos (Ricardo Bofil); Gran victoria para los promotores de la libertad en la isla ( Luis Zúñiga ) .
Repito, ¿qué le ha pasado al exilio que “se batía el cobre” valientemente desde el aislamiento de un cuartico asediado por las turbas revolucionarias en La Habana, (ese era el caso de mi amigo Bofil ), o aquél valiente preso que desde la prisión del Combinado del Este salió de su celda para denunciar a sus carceleros ante la Comisión de la ONU que viajó a Cuba en el 88 (compañero del alma, compañero Luis Zuñiga)? ¿Estoy tan equivocada que lo que a ellos, con los que tanto he compartido, les parece una victoria, a mi me parece una descarada maniobra inaceptable de principio a fin, de esa ONU obsoleta y desacreditada? ¿Alguien se ha leído la resolución votada? Pocas veces un texto tan vacío de contenido ha sido presentado en la Comisión de Ginebra. Ese, y no otro, es el que se ha votado y el que recoge tímidamente no la condena a Cuba, recoge repito, una recomendación de la Comisión instando a Cuba a “colaborar” con la Sra Chanet del Alto Comisariado de Derechos Humanos. Naturalmente Cuba ya adelantó que de eso, nada .Que de recibir a inspectores, ya se pueden ir olvidando la ONU y cuantos apoyan esta resolución
Y yo pregunto, ¿dónde está la victoria? ¿Acaso no es esto un paso atrás sobre lo que ya estaba conseguido? ¿Como llaman ustedes a la visita del grupo de trabajo de la ONU a la Cuba del 88 y al Informe sobre violaciones constatadas por el grupo de embajadores de la Comisión y el informe publicado con sus denuncias? ¿Y a la condena del 89?, y al nombramiento de un Relator Especial?, ¿y las 11 votaciones, de condena, que han precedido a esta injustificable resolución?.
Vamos a ver, ¿cómo es posible que alguien llame victoria a esta farsa en la que los muertos son ignorados y la disidencia olvidada, siquiera como mención de la brutal ola represiva desatada en la isla en estos últimos días? Pero ¿cómo se puede llamar victoria a una resolución que ni siquiera ha sido capaz de admitir una enmienda a favor de las víctimas inocentes que están en las cárceles por el solo hecho de pedir libertad? ¿No les parece a ustedes una vergüenza el silencio impuesto con el “olvido de los encarcelados” en el texto votado, y una burla al sacrificio de la disidencia interna? ¿Le van a decir ustedes a Marta Beatriz Roque, o a Raúl Rivero, o a Biset que pueden estar contentos con esta victoria conseguida en Ginebra?
Algo no está funcionando. No es posible que se esté perdiendo la perspectiva de esta lucha que tuvo varios leit motiv para mantenerse en la brecha, pero siempre con la idea de que los verdaderos protagonistas, eran los presos políticos y las víctimas de la represión interna ¿O no era así? Los fusilados, señores de la ONU y señores defensores de los derechos humanos, no son pobres innominados, ni delincuentes a los que haya que silenciar con vergüenza, los tres tienen nombres y apellidos. Se llamaban: Enrique Copello, Barbaro Leodán y Jorge Luis Martínez. La ONU los mató por segunda vez con su olvido voluntario, dejándoles fuera de la resolución. ¿Es eso, una victoria ?
Esos cubanos buscaban desesperadamente la libertad y esa búsqueda les costó la vida. La única victoria es la de la muerte, señores activistas de los derechos humanos. No, esto no está funcionando. No es posible que ahora que estábamos logrando apoyo internacional y reconocimiento a la barbarie del Gobierno cubano, despistemos a los “nuevos amigos”, impensables antes de los últimos acontecimientos, celebrando la victoria del silencio cómplice votado en la Comisión de Ginebra. Disculpen, yo no quiero participar en ese juego de falsa alegría por lo que me parece inaceptable renuncia a la justicia y a la razón.
Reconocer las derrotas es la mejor forma de no repetirlas. No quiero que las medias verdades me conviertan en el tonto útil de la disidencia sosegada. Mi posición no ha variado, insisto, año tras año, en que necesitamos apoyos internacionales y amigos decentes que nos acompañen en el camino. Está bien reconocer la labor de Costa Rica, pero celebrando una falsa victoria, hemos celebrado la mediocridad, la complacencia con las migajas, la razón a medias, que es la más clara sinrazón y, por si fuera poco, hemos dejado sin argumentos a quienes pensaban que esta lucha por la libertad de Cuba merecía la pena.
Si se conforman con esto, me decía ayer un periodista amigo de la causa cubana tras conocer las declaraciones del exilio sobre la resolución, para qué buscarnos más enemigos. Bueno, pues yo estoy dispuesta a buscarme más enemigos si no queda mas remedio Este compromiso con Cuba es una decisión personal libremente elegida, y a la que no estoy dispuesta a renunciar, porque no quiero que mi conciencia se revuelva cada noche impidiéndome descansar.
Al pan, pan, y al vino, vino. No sirvo para las medias tintas. Así lo veo: fracaso de la ONU y fracaso de quienes no supimos buscar una resolución decente en defensa de unas justas reivindicaciones para Cuba. Y, ahora, si lo creen conveniente, amigos del exilio, activistas de derechos humanos satisfechos, declárenme persona no grata. Están en su derecho. No tengo más armas que mis palabras, ni más derechos que los que exijo como ciudadana libre, en defensa de mi libertad de expresión.
Y para Cuba…. Libertad.
Mari Paz Martínez Nieto , en Madrid , a 18 de abril de 2003
Y ahora, declárenme persona non grata.
Yo no sé qué le esta pasando al exilio cubano. Tras la lamentable actuación de la ONU ayer con esa votación de todo punto inaceptable, el exilio cubano proclama que esta sesión de la Comisión ha sido una victoria. El reconocimiento a los esfuerzos de la disidencia en Cuba, Joe Garcia “FNCA” ); Los disidentes y periodistas encarcelados deben sentirse complacidos (Ricardo Bofil); Gran victoria para los promotores de la libertad en la isla ( Luis Zúñiga ) .
Repito, ¿qué le ha pasado al exilio que “se batía el cobre” valientemente desde el aislamiento de un cuartico asediado por las turbas revolucionarias en La Habana, (ese era el caso de mi amigo Bofil ), o aquél valiente preso que desde la prisión del Combinado del Este salió de su celda para denunciar a sus carceleros ante la Comisión de la ONU que viajó a Cuba en el 88 (compañero del alma, compañero Luis Zuñiga)? ¿Estoy tan equivocada que lo que a ellos, con los que tanto he compartido, les parece una victoria, a mi me parece una descarada maniobra inaceptable de principio a fin, de esa ONU obsoleta y desacreditada? ¿Alguien se ha leído la resolución votada? Pocas veces un texto tan vacío de contenido ha sido presentado en la Comisión de Ginebra. Ese, y no otro, es el que se ha votado y el que recoge tímidamente no la condena a Cuba, recoge repito, una recomendación de la Comisión instando a Cuba a “colaborar” con la Sra Chanet del Alto Comisariado de Derechos Humanos. Naturalmente Cuba ya adelantó que de eso, nada .Que de recibir a inspectores, ya se pueden ir olvidando la ONU y cuantos apoyan esta resolución
Y yo pregunto, ¿dónde está la victoria? ¿Acaso no es esto un paso atrás sobre lo que ya estaba conseguido? ¿Como llaman ustedes a la visita del grupo de trabajo de la ONU a la Cuba del 88 y al Informe sobre violaciones constatadas por el grupo de embajadores de la Comisión y el informe publicado con sus denuncias? ¿Y a la condena del 89?, y al nombramiento de un Relator Especial?, ¿y las 11 votaciones, de condena, que han precedido a esta injustificable resolución?.
Vamos a ver, ¿cómo es posible que alguien llame victoria a esta farsa en la que los muertos son ignorados y la disidencia olvidada, siquiera como mención de la brutal ola represiva desatada en la isla en estos últimos días? Pero ¿cómo se puede llamar victoria a una resolución que ni siquiera ha sido capaz de admitir una enmienda a favor de las víctimas inocentes que están en las cárceles por el solo hecho de pedir libertad? ¿No les parece a ustedes una vergüenza el silencio impuesto con el “olvido de los encarcelados” en el texto votado, y una burla al sacrificio de la disidencia interna? ¿Le van a decir ustedes a Marta Beatriz Roque, o a Raúl Rivero, o a Biset que pueden estar contentos con esta victoria conseguida en Ginebra?
Algo no está funcionando. No es posible que se esté perdiendo la perspectiva de esta lucha que tuvo varios leit motiv para mantenerse en la brecha, pero siempre con la idea de que los verdaderos protagonistas, eran los presos políticos y las víctimas de la represión interna ¿O no era así? Los fusilados, señores de la ONU y señores defensores de los derechos humanos, no son pobres innominados, ni delincuentes a los que haya que silenciar con vergüenza, los tres tienen nombres y apellidos. Se llamaban: Enrique Copello, Barbaro Leodán y Jorge Luis Martínez. La ONU los mató por segunda vez con su olvido voluntario, dejándoles fuera de la resolución. ¿Es eso, una victoria ?
Esos cubanos buscaban desesperadamente la libertad y esa búsqueda les costó la vida. La única victoria es la de la muerte, señores activistas de los derechos humanos. No, esto no está funcionando. No es posible que ahora que estábamos logrando apoyo internacional y reconocimiento a la barbarie del Gobierno cubano, despistemos a los “nuevos amigos”, impensables antes de los últimos acontecimientos, celebrando la victoria del silencio cómplice votado en la Comisión de Ginebra. Disculpen, yo no quiero participar en ese juego de falsa alegría por lo que me parece inaceptable renuncia a la justicia y a la razón.
Reconocer las derrotas es la mejor forma de no repetirlas. No quiero que las medias verdades me conviertan en el tonto útil de la disidencia sosegada. Mi posición no ha variado, insisto, año tras año, en que necesitamos apoyos internacionales y amigos decentes que nos acompañen en el camino. Está bien reconocer la labor de Costa Rica, pero celebrando una falsa victoria, hemos celebrado la mediocridad, la complacencia con las migajas, la razón a medias, que es la más clara sinrazón y, por si fuera poco, hemos dejado sin argumentos a quienes pensaban que esta lucha por la libertad de Cuba merecía la pena.
Si se conforman con esto, me decía ayer un periodista amigo de la causa cubana tras conocer las declaraciones del exilio sobre la resolución, para qué buscarnos más enemigos. Bueno, pues yo estoy dispuesta a buscarme más enemigos si no queda mas remedio Este compromiso con Cuba es una decisión personal libremente elegida, y a la que no estoy dispuesta a renunciar, porque no quiero que mi conciencia se revuelva cada noche impidiéndome descansar.
Al pan, pan, y al vino, vino. No sirvo para las medias tintas. Así lo veo: fracaso de la ONU y fracaso de quienes no supimos buscar una resolución decente en defensa de unas justas reivindicaciones para Cuba. Y, ahora, si lo creen conveniente, amigos del exilio, activistas de derechos humanos satisfechos, declárenme persona no grata. Están en su derecho. No tengo más armas que mis palabras, ni más derechos que los que exijo como ciudadana libre, en defensa de mi libertad de expresión.
Y para Cuba…. Libertad.
Mari Paz Martínez Nieto , en Madrid , a 18 de abril de 2003