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Canadá retira a su embajador en Teherán tras la muerte de una fotógrafa a golpes en una comisaría

El Gobierno canadiense ha decidido retirar a su embajador en Teherán después de saber que el Gobierno iraní había enterrado el cuerpo de la fotógrafa Zahra Kazemi. La fotógrafa canadiense de origen iraní murió en una comisaría de Teherán tras ser golpeada en la cabeza y ha sido enterrada en Irán, pese a las presiones del Gobierno de Ottawa para que el cuerpo retornase a Canadá.

L D (Agencias) El ministro canadiense de Asuntos Exteriores, Bill Graham, declaró a la televisión pública CBC que había ordenado a Philip MacKinnon, embajador canadiense en Irán, que abandone el país y regrese a Canadá a finales de esta semana. Según Graham, la medida "es una contundente indicación en términos diplomáticos del absoluto descontento de un gobierno con otro gobierno" por la decisión de Teherán de impedir que el cuerpo de Kazemi sea devuelto a Canadá. Al final prevaleció la opinión del Gobierno iraní y de la madre de Kazemi, que murió de una hemorragia cerebral dos semanas después de ser arrestada por tomar fotos en el exterior de la cárcel de Evian, en Teherán.

El ministro canadiense indicó que estudiará con el representante diplomático las siguientes medidas a tomar por Ottawa para lograr que Teherán "respete los deseos de la familia" de que el cuerpo de Kazemi sea enterrado en Montreal. Graham también señaló que la situación que se vive en Irán "es políticamente confusa" y que responde al conflicto entre el Gobierno iraní y las autoridades religiosas conservadoras del país, en el que estas últimas están bloqueando la voluntad del Ejecutivo del presidente, Mohamed Jatami, de investigar lo sucedido. "Esto claramente es parte de la lucha que existe en Irán entre las autoridades religiosas, el poder judicial y la policía contra los representantes elegidos por la población y representados por el presidente Jatami", afirmó Graham.

"Hay una lucha popular para fortalecer al Gobierno contra los (sectores) conservadores y queremos fortalecer ese proceso. Parte de ese proceso es esta investigación transparente y el Gobierno (iraní) también la quiere, porque les fortalece en esa lucha", declaró el ministro. "El primer ministro (Jean Chrétien) estaba dispuesto a hablar con el presidente Jatami, pero obviamente las autoridades religiosas han decidido impedirlo al hacer lo que han hecho. Claramente queremos que los restos de Kazemi regresen a Canadá de acuerdo a los deseos de su familia", añadió Graham, que añadió que una señal positiva es que Teherán ha nombrado a un fiscal militar para que investigue el caso, decisión que el ministro interpretó como un paso hacía "un proceso más transparente".

La muerte en custodia policial de Kazemi ha creado una grave crisis entre Irán y Canadá, país que apoyado por la Unión Europea exige una investigación completa para esclarecer las circunstancias del suceso y depurar responsabilidades.

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