L D (EFE) El ministro de Defensa canadiense, John McCallum, declaró este jueves, en el Parlamento, que "el gobierno canadiense ha decidido discutir con EEUU la participación canadiense en la defensa contra misiles balísticos". McCallum añadió que "el objetivo de las negociaciones es llegar a un acuerdo para nuestra participación" en el llamado escudo antimisiles. La decisión de Canadá es significativa porque se produce cuando las relaciones con EEUU atraviesan momentos difíciles a raíz de las diferencias sobre el conflicto de Irak, por las que Jéan Chretien y George W, Bush estuvieron sin hablarse durante más de tres meses.
McCallum señaló que los objetivos de la participación canadiense en el proyecto militar es "proteger la vida de los canadienses y preservar el papel central de NORAD -Comando de Defensa Aeroespacial Norteamericano- en la defensa y seguridad de América del Norte". La decisión de iniciar negociaciones con Washington había sido retrasada ante las dificultades del gobierno canadiense de convencer a algunos sectores del Partido Liberal (PL) sobre la necesidad de incluir a Canadá en el proyecto militar. Hasta este año, Ottawa se había opuesto al despliegue del escudo antimisiles por considerar que pondrá en marcha una nueva carrera armamentística. En ese sentido, McCallum señaló que la posición canadiense en contra de desplegar armas en el espacio "sigue intacta" y recordó que la participación canadiense "no es incondicional".
Estados Unidos quiere abrir en el otoño del 2004, en Alaska, un primer centro de lanzamiento de cohetes con el que comenzará a desplegar su escudo antimisiles. Aunque la participación de Canadá no es imprescindible para el despliegue del escudo, los estrategas militares de Washington siempre se han mostrado partidarios de esta opción dado que la trayectoria más posible de un ataque con misiles balísticos pasaría por el espacio aéreo canadiense. Además, Washington quiere colocar instalaciones de detección del lanzamiento de misiles en las regiones árticas de Canadá.
McCallum señaló que los objetivos de la participación canadiense en el proyecto militar es "proteger la vida de los canadienses y preservar el papel central de NORAD -Comando de Defensa Aeroespacial Norteamericano- en la defensa y seguridad de América del Norte". La decisión de iniciar negociaciones con Washington había sido retrasada ante las dificultades del gobierno canadiense de convencer a algunos sectores del Partido Liberal (PL) sobre la necesidad de incluir a Canadá en el proyecto militar. Hasta este año, Ottawa se había opuesto al despliegue del escudo antimisiles por considerar que pondrá en marcha una nueva carrera armamentística. En ese sentido, McCallum señaló que la posición canadiense en contra de desplegar armas en el espacio "sigue intacta" y recordó que la participación canadiense "no es incondicional".
Estados Unidos quiere abrir en el otoño del 2004, en Alaska, un primer centro de lanzamiento de cohetes con el que comenzará a desplegar su escudo antimisiles. Aunque la participación de Canadá no es imprescindible para el despliegue del escudo, los estrategas militares de Washington siempre se han mostrado partidarios de esta opción dado que la trayectoria más posible de un ataque con misiles balísticos pasaría por el espacio aéreo canadiense. Además, Washington quiere colocar instalaciones de detección del lanzamiento de misiles en las regiones árticas de Canadá.