LD (EFE) George Bush, Felipe Calderón y Stephen Harper, líderes de EEUU, México y Canadá, concluyeron la cumbre abreviada en el Chateu Montebello, cerca de Québec, con la promesa de reforzar la seguridad sin perjudicar el comercio regional, pero con pocos avances en la integración de Norteamérica.
Bajo el mismo guión, Bush, Harper y Calderón se turnaron para desacreditar a los que critican la ASPAN (Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte) por considerar que minará la soberanía de los tres países, y destacaron que los tres países se benefician del comercio y de "estrategias comunes a amenazas comunes".
Entre otras cosas, los tres gobernantes acordaron frenar la importación de bienes sin la suficiente seguridad, y en una declaración conjunta se comprometieron a establecer un Marco de Cooperación Normativa entre EEUU, México y Canadá. También se comprometieron a que el próximo año centrarán sus esfuerzos en la promoción de la competitividad de Norteamérica, la seguridad alimentaria y de otros productos, el desarrollo de energía limpia y sostenible, la protección y eficacia de las fronteras y respuestas comunes a emergencias.
Durante la rueda de prensa, Bush destacó los progresos "hacia la eliminación de barreras y la armonización de regulaciones para lograr la prosperidad" de la región, al tiempo que enfatizó en la necesidad de estrechar la cooperación en "asuntos complicados" como la inmigración y la seguridad fronteriza. Intentó minimizar la falta de grandes anuncios, al señalar que el propósito de estos encuentros es "reafirmar la amistad" de los tres países socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Bush aseguró que EEUU y México continúan negociando la elaboración del "Plan México" contra el tráfico de drogas y armas y que, una vez concretado, será lo suficientemente "robusto" como para reducir la violencia en la zona fronteriza y combatir el narcotráfico. Por su parte, Calderón enfatizó que su Gobierno "ha dicho claramente" que no se trata de una copia del "Plan Colombia", porque "no queremos soldados estadounidenses trabajando en nuestro territorio".