El valor de mercado de la petrolera BP ha caído unos 100.000 millones de dólares (80 millones de euros aproximadamente) desde que comenzó el derrame a mediados de abril, más de la mitad de lo que valía antes de la crisis. Los títulos de BP cayeron el viernes más de un 6 por ciento en Londres y Nueva York.
La compañía espera más que duplicar su capacidad de captura del petróleo desde su pozo dañado en el lecho marino a partir de la próxima semana, pero la posibilidad de una tormenta tropical en el golfo elevó los temores de que los esfuerzos podrían ser interrumpidos durante días o semanas.
Está previsto que Cameron se reúna el sábado con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el marco de las cumbres G8 y G20 que tendrán lugar en Canadá. El primer ministro ha prometido discutir con Obama sobre BP, que ha sido blanco de duras críticas por parte del mandatario estadounidense, mientras que el sector empresarial británico y grupos de accionistas han pedido a Cameron que defienda a la petrolera.
"Creo que también está en nuestros intereses a largo plazo que haya cierta claridad y finalidad en todo esto, para que no veamos al mismo tiempo la destrucción de una empresa que es importante para todos nuestros intereses", dijo Cameron a la cadena de televisión canadiense CBS.
BP dijo que ha pagado hasta el momento unos 2.350 millones de dólares (1.900 millones de euros) en las tareas de limpieza y las compensaciones por los daños provocados por el peor derrame en la historia de Estados Unidos. Eso no incluye el fondo por 20.000 millones de dólares (16.170 millones de euros) que acordó crear, ni los miles de millones de dólares que tendrá que pagar en sanciones.
"Esta es una compañía vital para nuestros intereses. La opinión que tengo es que BP quiere sellar el pozo y limpiar el derrame para compensar a los que sufrieron daños", dijo Cameron. BP "quiere hacer estas cosas y las hará. Quiero trabajar con todos los interesados en intentar asegurar que fuera de todo esto todavía habrá una fuerte y estable BP, porque es una compañía importante para nosotros", agregó.
Kenneth Feinberg, designado por el Gobierno de Obama para supervisar el fondo de compensaciones por 20.000 millones de dólares, dijo que no tenía sentido llevar a la firma a una bancarrota.
En Londres, las acciones de BP cayeron más de un 6 por ciento, operando a su menor nivel desde 1996, ante la necesidad que enfrenta de tener más efectivo para los trabajos de limpieza y preocupaciones por el mal clima. El viernes, los títulos en Estados Unidos cayeron un 6,1 por ciento, también a un mínimo de 14 años, tras el rumor de que analistas recomendaron que la compañía vendiera acciones.
Un portavoz de BP, cuyo presidente ejecutivo, Tony Hayward, está actualmente de viaje para conversar con inversionistas, dijo que la firma tenía un "considerable poder de fuego" para costear los gastos del derrame y negó que la petrolera esté buscando protección de bancarrota.