L D (EFE) El presidente Bush, que busca la reelección en los comicios del 2 de noviembre, ha asegurado que bajo su liderazgo la economía de Estados Unidos ha comenzado a repuntar. Al mismo tiempo, el político republicano ha puesto en marcha una campaña para atraer el voto hispano, considerado crucial en las elecciones, especialmente en el sur del país.
Kerry, quien ha rechazado denuncias republicanas de que es partidario de aumentar los impuestos, ha prometido luchar contra el éxodo de fuentes de trabajo al exterior. En un discurso pronunciado en el Estado de Michigan este viernes, el candidato demócrata prometió que en ese objetivo reducirá impuestos empresariales y eliminará los incentivos para que las compañías estadounidenses trasladen operaciones al exterior. Según Kerry, ese plan creará 10 millones de puestos de trabajo en cuatro años y neutralizará una tasa nacional de desempleo de 5,6 por ciento.
"Una y otra vez este Gobierno ha puesto la ideología antes que el empleo", denunció el senador de Massachussets, que dijo que bajo el Gobierno de Bush se han perdido unas tres millones de empleos. Añadió que en el marco de esa política "tenemos un código tributario que recompensa más a las empresas por trasladarse al exterior que por crear fuentes de trabajo en el país".
Las críticas fueron de inmediato contestadas por el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, quien afirmó que "este es un juego político vacío. No puede borrar el hecho de que el historial de Kerry es el de aumentar impuestos unas 350 veces". En Albuquerque, en un intnto po atraer a la comunidad hispana, Bush destacó que su Gobierno ha logrado un repunte de la economía, se ha controlado el aumento del costo de la vida y se han mantenido bajas las tasas de interés, atribuyendo esos logros a las reducciones impositivas decretadas en 2001.
Kerry, quien ha rechazado denuncias republicanas de que es partidario de aumentar los impuestos, ha prometido luchar contra el éxodo de fuentes de trabajo al exterior. En un discurso pronunciado en el Estado de Michigan este viernes, el candidato demócrata prometió que en ese objetivo reducirá impuestos empresariales y eliminará los incentivos para que las compañías estadounidenses trasladen operaciones al exterior. Según Kerry, ese plan creará 10 millones de puestos de trabajo en cuatro años y neutralizará una tasa nacional de desempleo de 5,6 por ciento.
"Una y otra vez este Gobierno ha puesto la ideología antes que el empleo", denunció el senador de Massachussets, que dijo que bajo el Gobierno de Bush se han perdido unas tres millones de empleos. Añadió que en el marco de esa política "tenemos un código tributario que recompensa más a las empresas por trasladarse al exterior que por crear fuentes de trabajo en el país".
Las críticas fueron de inmediato contestadas por el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, quien afirmó que "este es un juego político vacío. No puede borrar el hecho de que el historial de Kerry es el de aumentar impuestos unas 350 veces". En Albuquerque, en un intnto po atraer a la comunidad hispana, Bush destacó que su Gobierno ha logrado un repunte de la economía, se ha controlado el aumento del costo de la vida y se han mantenido bajas las tasas de interés, atribuyendo esos logros a las reducciones impositivas decretadas en 2001.