L D (Agencias) El ex presidente de Irak, Sadam Husein, detenido el sábado en una operación militar cerca de su ciudad natal de Tikrit, al parecer gracias al "chivatazo" de un miembro de su propio clan, no parece que esté colaborando mucho con los funcionarios de Estados Unidos que lo interrogan en algún lugar del país.
Sin embargo, las fuerzas de la Coalición han podido practicar nuevas detenciones gracias a los documentos encontrados en el lugar de su captura, una casa de adobe en la que como únicos lujos había una cama y un frigorífico.
No obstante, el presidente de EEUU, George W. Bush, se ha curado en salud al afirmar que no tiene muchas esperanzas de que Sadam Husein vaya a aportar información que pueda resultar útil. "Es el tipo de persona de la que uno no se puede fiar, y yo tendría mucho cuidado a la hora de fiarme de su palabra, diga lo que diga", declaró hoy Bush en rueda de prensa. El ex presidente iraquí "es un embustero, un mentiroso, un torturador, un asesino. No me puedo imaginar por qué iría a cambiar de actitud", añadió el presidente estadounidense.
El debate sobre el juicio a Sadam Husein
Bush descartaba así que el sátrapa de Tikrit vaya a arrojar mucha luz sobre el paradero de las armas de destrucción masiva que poseía su régimen, o cualquier otro aspecto relacionado con las tres décadas de su dictadura. Pero el presidente de EEUU también dijo que "las tropas estadounidenses le van a tratar bien" y que finalmente va a tener un juicio justo, lo que él le negó a su pueblo durante tantos años. Era la respuesta de Bush al debate que se ha abierto en todo el mundo acerca de la posibilidad de que Sadam sea juzgado en Irak, o en Estados Unidos, o ante un Tribunal Internacional de crímenes en Irak, como proponen algunos.
En España, el líder de IU, Gaspar Llamazares, sólo ha mostrado interés en que el mismo tribunal que juzgue a Sadam lo haga también con Bush, Blair y Aznar por "crímenes contra la paz" como se defendía en las pancartas más agresivas contra la guerra en Irak patrocinadas desde IU. Para el líder comunista, debe ser un tribunal especial el que se encargue del proceso. De momento, sostiene que hay criminales y cómplices, en referencia a Sadam y a los líderes de los países que han hecho posible su caída.
Para el presidente estadounidense, lo mismo que para su principal aliado, el primer ministro británico, Tony Blair, Sadam tendrá que ser juzgado en su país, aunque todavía no se sabe cuándo o dónde exactamente. Según Bush, el juicio estará abierto al escrutinio internacional y "debe ser público". "Trabajaremos con los iraquíes para desarrollar la forma de llevarlo ante la Justicia", dijo el presidente estadounidense, quien defendió también que "los iraquíes deben involucrarse en este proceso" ya que Sadam "los mató con gases y tenía salas de violaciones".