Bush dio a entender que está totalmente de acuerdo con una de las 79 recomendaciones de la comisión bipartidista, la que plantea que resolver el conflicto iraquí está vinculado a una solución del conflicto árabe-israelí.
La que no parece dispuesto a aceptar, tal y como dijo en innumerables ocasiones, es la que propone abrir un diálogo directo con países de la región, como Irán y Siria, para involucrarlos en una salida a la actual ola de violencia en territorio iraquí. "Si Siria e Irán no están comprometidos con el éxito en Irak, no deben molestarse ni en presentarse (a un eventual proceso de negociaciones)", dijo el presidente. Agregó que "los países que participen en esas conversaciones no deben financiar el terrorismo, deben ayudar a una joven democracia a sobrevivir".
El gobernante británico, quien siempre ha defendido la implicación de otros países en la búsqueda de soluciones para Irak, subrayó hoy que el apoyo que Irán está prestando a los chiíes en el sur de Irán plantea un claro problema. Ni Bush ni Blair dejaron claro cuáles de las recomendaciones del llamado "Grupo de Estudio sobre Irak" van a seguir al pie de la letra porque, según el mandatario estadounidense, hay que esperar a conocer los resultados de otros estudios sobre el conflicto iraquí en marcha, como los que están realizando el Pentágono, el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.