L D (EFE) El presidente de EEUU, George W. Bush, ha elogiado el trabajo de sus aliados en la guerra global contra el terrorismo y les prometió que seguirá apoyándoles hasta derrotar a los islamofascistas. Lo hizo en su habitual discurso radiofónico de los sábados, en el que realizó un balance de su actual ofensiva diplomática en apoyo a los dirigentes moderados de países como Pakistán, Afganistán, Irak y, en general, la que él define como la región del "gran Oriente Medio".
"Cada nación tiene que hacer una elección: podemos apoyar a los moderados y reformistas que trabajan por un cambio en el gran Oriente Medio, o dejar el futuro en manos de los terroristas y extremistas", aseguró. EEUU ya ha hecho su propia elección a favor de los moderados, a los que Bush prometió no dejar solos hasta vencer por completo el radicalismo. "Todas las naciones civilizadas, especialmente las del mundo musulmán, deben estar juntas en esta lucha entre la moderación y el extremismo", añadió.
Como ejemplo de moderación, el presidente citó a los presidentes de Pakistán, Pervez Musharraf, y Afganistán, Hamid Karzai, a quienes recibirá el próximo miércoles en la Casa Blanca. A Musharraf ya le vio el pasado viernes en un encuentro en el que Bush le prometió que seguirá apoyándole hasta que consiga asentar la democracia en su país. Según el presidente estadounidense, los terroristas "saben que (Musharraf) es una amenaza para sus aspiraciones porque está trabajando para construir instituciones modernas y democráticas que puedan proporcionar una alternativa al radicalismo".
El mismo objetivo persigue el presidente afgano, Hamid Karzai, quien se entrevistará este próximo martes con Bush, que ya ha adelantado uno de los mensajes que le va a transmitir a su interlocutor. "EEUU y sus aliados continuarán respaldando al pueblo de Afganistán en la defensa de sus avances democráticos", aseguró, antes de precisar que el objetivo de apoyar al Gobierno del presidente Karzai es derrotar a "los enemigos de un Afganistán libre".
Bush apoya al palestino Abás y al iraquí Talabani
Bush incluyó en su lista de aliados moderados y reformistas al máximo responsable palestino, Mahmud Abás, y al presidente iraquí, Jalal Talabani, con quienes también se reunió esta semana en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. A Talabani le comunicó que "EEUU no abandonará al pueblo iraquí en su lucha para derrotar a los terroristas y construir una sociedad libre en el corazón de Oriente Medio". Le apoyará, dijo, en las decisiones "difíciles" y "necesarias" que deberá adoptar para garantizar la prosperidad y, sobre todo, la seguridad en el país árabe, donde se suceden los episodios de violencia.
En el caso del presidente palestino, Bush dijo que le había reiterado su compromiso con su visión de "dos estados democráticos, Israel y Palestina, conviviendo en paz y seguridad". Para lograr ese objetivo, el mandatario estadounidense quiere dar un empujón al proceso de paz palestino-israelí y, por ello, ha ordenado a su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que se desplace a Oriente Medio y haga los esfuerzos necesarios para facilitar las condiciones que permitan avanzar hacia la paz. Rice cumplirá con la orden "pronto", según dijo ella misma, aunque no precisó ni la fecha ni la agenda de su próximo viaje a la región. Lo que sí dejó claro es que uno de sus principales objetivos será "acelerar los progresos" en la puesta en marcha de la llamada "Hoja de Ruta", elaborada por el Cuarteto (EEUU, UE, ONU y Rusia), en la que se recoge un plan de paz que prevé la creación de dos estados independientes.