L D (Agencias) Tras el triunfo bélico en Irak, el presidente de EEUU, George Bush, ha advertido una vez más que aplicará su política preventiva ante cualquier amenaza contra la seguridad del país y donde ésta se presente. La Casa Blanca acusó a Irak de desarrollar armas de destrucción masiva y de promover el terrorismo, y en el marco de esa política encabezó una intervención militar para derrocar a su líder, Sadam Husein, y despojar a ese país de sus arsenales. Concluida la etapa de los grandes combates de la guerra y al comenzar la reconstrucción de Irak, el presidente señaló que Washington enfrenta dos tareas urgentes: una de ellas es estimular el crecimiento económico de su país y la otra, "eliminar las amenazas contra el país donde quiera que éstas se presenten".
El presidente de EEUU habló ante trabajadores de una planta de la empresa aeronáutica “Boeing” donde se fabrican los cazas F-18, algunos de los cuales fueron utilizados durante las tres semanas que duró el conflicto con Irak. “Hoy, a medio mundo de distancia, EEUU dirige esta gran coalición de naciones libres para poner fin a un régimen brutal y eliminar la amenaza para nuestra sociedad”, dijo el mandatario quien después señaló que ”hemos aplicado los nuevos poderes de la tecnología, como los F-18, para atacar a una fuerza enemiga con rapidez y precisión increíbles”.
En una referencia a la posguerra iraquí y las posibles amenazas para la seguridad estadounidense, Bush señaló que “nuestro trabajo no ha terminado y las dificultades no han concluido, pero el régimen de Sadam Husein ha pasado a la historia”. El presidente Bush indicó que, en el objetivo de proteger su seguridad y la paz del mundo, EEUU “debe mantener todas las ventajas que tiene en armas, tecnología y espionaje”. Uno de los trabajos pendientes para Washington es la reconstrucción de Irak, para la que Bush pidió el levantamiento de las sanciones económicas que Naciones Unidas aplicó tras el fin de la guerra del Golfo en 1991. “Ahora que Irak ha sido liberado, se deberían levantar las sanciones económicas sobre ese país”, afirmó.
Poco antes de salir de Washington, Bush firmó en la Casa Blanca el suplemento presupuestario de 79.000 millones de dólares para financiar la guerra en Irak. En su discurso, el presidente estadounidense proclamó que el aumento de gastos militares que ha propuesto su gobierno debe garantizar la superioridad del Pentágono sobre las fuerzas armadas de cualquier otro país.
El presidente de EEUU habló ante trabajadores de una planta de la empresa aeronáutica “Boeing” donde se fabrican los cazas F-18, algunos de los cuales fueron utilizados durante las tres semanas que duró el conflicto con Irak. “Hoy, a medio mundo de distancia, EEUU dirige esta gran coalición de naciones libres para poner fin a un régimen brutal y eliminar la amenaza para nuestra sociedad”, dijo el mandatario quien después señaló que ”hemos aplicado los nuevos poderes de la tecnología, como los F-18, para atacar a una fuerza enemiga con rapidez y precisión increíbles”.
En una referencia a la posguerra iraquí y las posibles amenazas para la seguridad estadounidense, Bush señaló que “nuestro trabajo no ha terminado y las dificultades no han concluido, pero el régimen de Sadam Husein ha pasado a la historia”. El presidente Bush indicó que, en el objetivo de proteger su seguridad y la paz del mundo, EEUU “debe mantener todas las ventajas que tiene en armas, tecnología y espionaje”. Uno de los trabajos pendientes para Washington es la reconstrucción de Irak, para la que Bush pidió el levantamiento de las sanciones económicas que Naciones Unidas aplicó tras el fin de la guerra del Golfo en 1991. “Ahora que Irak ha sido liberado, se deberían levantar las sanciones económicas sobre ese país”, afirmó.
Poco antes de salir de Washington, Bush firmó en la Casa Blanca el suplemento presupuestario de 79.000 millones de dólares para financiar la guerra en Irak. En su discurso, el presidente estadounidense proclamó que el aumento de gastos militares que ha propuesto su gobierno debe garantizar la superioridad del Pentágono sobre las fuerzas armadas de cualquier otro país.