LD (EFE) En una discurso a la nación desde la base militar de Fort Bragg en Carolina del Norte, el presidente de EEUU, George Bush, reiteró que sus fuerzas armadas permanecerán en Irak el tiempo necesario para conseguir la estabilización de ese país. Esa tarea, sin embargo admitió, es "difícil y peligrosa" y constituye un sacrificio, que pese a todo "es vital para la seguridad" de su país. Por eso y "a pesar de las bajas y los atentados" terrorista, subrayó, "merece la pena".
Bush rechazó los llamamientos para establecer un calendario para la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, algo que consideró que sería "un error grave" porque el sólo hecho de "establecer un calendario artificial enviaría un mensaje equivocado a los iraquíes, que necesitan saber que EEUU no abandonará al país antes de que haya cumplido su misión". Añadió que también constituiría un "mensaje equivocado para el enemigo, que sabría que lo único que tiene que hacer es esperar a que nos vayamos".
Afirmó el mandatario que "nos quedaremos en Irak mientras hagamos falta, y ni un día más. Por el bien de la seguridad de nuestro país, eso no pasará mientras yo esté al cargo". El Departamento de Defensa mantiene un contingente de casi 140.000 soldados en territorio iraquí.
Derrota al terrorismo en el extranjero
El presidente habló al país sobre su política para Irak y la lucha contra el terrorismo desde la base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte, al cumplirse el primer aniversario de la entrega de la soberanía a autoridades iraquíes tras la intervención militar que derrocó a la dictadura de de Sadam Husein en abril de 2003. En ese sentido, recordó los atentados del 11 de septiembre de 2001 y dijo que "Irak es el más reciente campo de batalla en la guerra" contra el terrorismo.
Bush consideró que "solamente hay un curso de acción en su contra: derrotarlos en el extranjero antes de que nos ataquen en nuestro propio territorio. Hemos logrado avances, pero es mucho más lo que queda por hacer".