LD (EFE) En una rueda de prensa celebrada en el Museo de Arqueología de Sofía, el presidente de EEUU, George Bush, reiteró que su Gobierno "cree que Kosovo debería ser independiente". Flanqueado por el presidente búlgaro, Georgi Parvanov, enumeró las ventajas que Serbia tendría en caso de que apoyara la separación de la provincia de mayoría albanesa.
Enseguida, reiteró que "ahora es el momento de que avance el plan de Ahtisaari". Ese proyecto, presentado en febrero por el enviado especial de la ONU, el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari, prevé la independencia de esa provincia serbia de mayoría albanesa, inicialmente bajo tutela internacional y en un futuro de manera plena. A ello se opone Serbia, con el apoyo de Rusia, que ha amenazado usar su poder de veto en el Consejo de Seguridad para bloquear el plan.
En su mensaje a las autoridades de Belgrado, Bush señaló que "al mismo tiempo que buscamos la independencia de Kosovo, tenemos que dejar claro a Serbia que hay un camino hacia adelante, tal vez dentro de la OTAN, tal vez dentro de la Unión Europea, y definitivamente mejores relaciones con EEUU".
El presidente también se refirió al caso de las cinco enfermeras búlgaras condenadas a muerte en Libia por ser consideradas culpables de contagiar con el virus del sida a más de cuatrocientos niños de ese país del Norte de África. Bush le comunicó a Parvanov el apoyo "enérgico" de EEUU a su liberación.
Bulgaria achaca el contagio de sida a las malas condiciones higiénicas del hospital en donde trabajaban y descarta cualquier acción intencionada por parte de ellas.