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Bush insiste en que Sadam Husein tenía un programa de armas de destrucción masiva

El presidente de EEUU, George Bush, se mostró este lunes "absolutamente convencido" de que Irak tenía un programa de armas de destrucción masiva, pese a que las tropas aliadas no han encontrado suficientes evidencias tras casi dos meses de búsqueda. "Estoy absolutamente convencido de que, con el tiempo, descubriremos que lo tenían" ha explicado Bush.

L D (Agencias) "Irak tenía un programa de armas. Los informes del espionaje a lo largo de toda la década mostraban que tenían un programa de armas. Estoy absolutamente convencido de que, con el tiempo, descubriremos que lo tenían", dijo Bush tras reunirse con su Gabinete. El presidente estadounidense no quiso valorar, sin embargo, si la credibilidad de EEUU está en juego en relación con el hallazgo de las armas químicas y biológicas, que fueron uno de los argumentos centrales para justificar la invasión de Irak. "La credibilidad de este país se basa en nuestro enérgico deseo de tener un mundo más tranquilo, y el mundo es ahora más un lugar más tranquilo (...) y el pueblo iraquí es libre ahora", dijo Bush. El presidente estadounidense sugirió también que si se atacó a Irak fue por las evidencias que vinculaban al derrocado régimen de Sadam Husein con grupos terroristas internacionales, concretamente con Al-Qaeda, la organización liderada por Osama ben Laden.

Bush lamentó que haya también informaciones que cuestionen esta conexión y consideró que "la gente que las escribe ha olvidado sobre la red que operaba en Bagdad dirigida por Al Zarqawi (ciudadano jordano considerado uno de los máximos líderes de Al-Qaeda)". "La Historia demostrará y probará que EEUU tomó la decisión absolutamente correcta de liberar al pueblo de Irak de las garras de Sadam Husein", señaló el mandatario estadounidense.

La administración estadounidense ha insistido en los últimos días en que se sabrá toda la verdad sobre los supuestos arsenales iraquíes, en medio de la sucesión de informaciones que apuntan a que se exageraron los datos para poder justificar la guerra contra Irak. El último fue un informe difundido el viernes del espionaje militar que databa de septiembre de 2002 -en plena ofensiva diplomática para recabar apoyos a una operación militar-, en el que se aseguraba que no había "información fiable" que confirmara que Bagdad tenía programas de armas de destrucción masiva.

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