LD (Agencias) La crisis nuclear en la península coreana continua aumentando tras la ruptura de las conversaciones que Corea del Norte, EEUU y China celebraban en Pekín. Washington no considera interrumpido el contacto inicial con Pyongyang, sino “concluidas antes de tiempo”. Fuentes cercanas a las sesiones han calificado el encuentro de “muy tenso” ante las posturas encontradas que mantienen las partes. Literalmente, los representantes norcoreanos han dicho: "tenemos bombas nucleares, ¿qué vais a hacer al respecto?”. De esta manera, los norcoreanos admitieron por primera vez que han fabricado armamento de destrucción masiva tras el inicio de las “hostilidades diplomáticas” en octubre pasado cuando el régimen comunista aceptó que, violando el Tratado de No Proliferación, había mantenido activo en secreto su programa nuclear.
Los servicios de inteligencia de Washington consideran que el régimen de Kim Jong-il tiene al menos dos bombas nucleares y que su estructura industrial le podría permitir la fabricación de otras cinco o seis, si sus instalaciones se dedican enteramente a fines militares. Corea del Norte tiene en su arsenal tres tipos de misiles de largo alcance. El “Nodong-1”, operativo y con alcance de hasta 1.300 kilómetros, alcance fácilmente cualquier objetivo japonés o surcoreano. El “Taepodong-1”, en desarrollo y con alcance de entre 1.500 y 2.000 kilómetros, puede impactar en las islas Hawai. Finalmente, el “Taepodong-2”, también en desarrollo y con alcance de entre 5.000 y 6.000, puede destruir ciudades de la costa este de EEUU.
Bajo ese panorama, el presidente de EEUU, George Bush, ha asegurado que el régimen de Corea del Norte “regresó al viejo juego del chantaje”. Al comentar las conversaciones en Pekín, el mandatario comentó en una entrevista concedida a la cadena de televisión NBC , que se encuentra impaciente por conocer la reacción de China tras haber sido “desairada” por Pyongyang. El gobierno chino considera que la península coreana debe de estar libre de armas de destrucción masiva. Ante ello, Bush ha manifestado que “no nos dejaremos amenazar”. Por su parte y tras la ruptura en la capital china, el régimen comunista manifestó que el conflicto con EEUU seguirá “hasta que Washington deje su política agresiva y hostil”. En un comunicado difundido a través de la agencia oficial KCNA , el Gobierno de Pyongyang señala que Corea del Norte ha pedido en las negociaciones a EEUU la firma de un tratado de no agresión para desactivar la crisis, iniciada en octubre con la reactivación del programa nuclear norcoreano.
Los servicios de inteligencia de Washington consideran que el régimen de Kim Jong-il tiene al menos dos bombas nucleares y que su estructura industrial le podría permitir la fabricación de otras cinco o seis, si sus instalaciones se dedican enteramente a fines militares. Corea del Norte tiene en su arsenal tres tipos de misiles de largo alcance. El “Nodong-1”, operativo y con alcance de hasta 1.300 kilómetros, alcance fácilmente cualquier objetivo japonés o surcoreano. El “Taepodong-1”, en desarrollo y con alcance de entre 1.500 y 2.000 kilómetros, puede impactar en las islas Hawai. Finalmente, el “Taepodong-2”, también en desarrollo y con alcance de entre 5.000 y 6.000, puede destruir ciudades de la costa este de EEUU.
Bajo ese panorama, el presidente de EEUU, George Bush, ha asegurado que el régimen de Corea del Norte “regresó al viejo juego del chantaje”. Al comentar las conversaciones en Pekín, el mandatario comentó en una entrevista concedida a la cadena de televisión NBC , que se encuentra impaciente por conocer la reacción de China tras haber sido “desairada” por Pyongyang. El gobierno chino considera que la península coreana debe de estar libre de armas de destrucción masiva. Ante ello, Bush ha manifestado que “no nos dejaremos amenazar”. Por su parte y tras la ruptura en la capital china, el régimen comunista manifestó que el conflicto con EEUU seguirá “hasta que Washington deje su política agresiva y hostil”. En un comunicado difundido a través de la agencia oficial KCNA , el Gobierno de Pyongyang señala que Corea del Norte ha pedido en las negociaciones a EEUU la firma de un tratado de no agresión para desactivar la crisis, iniciada en octubre con la reactivación del programa nuclear norcoreano.