LD (Agencias) En una entrevista concedida a los periódicos británicos The Financial Times y Daily Telegraph y a la agencia de noticias Press Association, justo antes de realizar una visita al Reino Unido, el presidente George Bush dijo que sus tropas se quedarán en Irak hasta atrapar a Sadam Husein.
La misión de los soldados estadounidenses, dijo Bush, es atrapar al derrocado dictador iraquí y al líder de la organización terrorista Al-Qaeda, Osama ben Laden. Por ello, sentenció: "nosotros no nos retiraremos en tanto que no hayamos terminado el trabajo. Punto final". Interrogado sobre si la misión de las tropas comprendía la captura de Husein y ben Laden, el presidente respondió: "sí, es parte de la misma. Pero una sociedad libre y democrática es todavía más importante. Esa es la misión". Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca han confirmado que ante la incertidumbre ocasionada por la ola de atentados terroristas contra las fuerzas de la coalición, han provocado que el entorno del mandatario empiece a analizar la posibilidad de que los soldados comiencen a abandonar territorio iraquí después del verano de 2004, año electoral.
Las declaraciones de Bush tienen lugar tras la reciente e inesperada visita a Washington del administrador civil estadounidense de Irak, Paul Bremer, quien ha regresado a Bagdad con la orden de acelerar y aumentar la implicación de los iraquíes, y en particular del Consejo de Gobierno Transitorio, en la dirección del país. Bush confirmó el cambio de estrategia política y expresó su deseo de que los iraquíes "se involucren más en el Gobierno de su país". La medida, explicó, es impulsar la creación de un Gobierno interino. Hasta ahora, la Casa Blanca había defendido la vigencia del Consejo de Gobierno, cuya labor ha sido muy criticada por miembros del entorno de Bush, y la necesidad de elaborar una Constitución y elegir un Parlamento democrático antes de tener un nuevo Ejecutivo.