La representante estadounidense prevé entrevistarse con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahmud Abas, durante su estancia en la región. La gira incluye también una escala en Roma para analizar la situación con sus aliados europeos y árabes. Durante sus encuentros diplomáticos, Rice "dejará claro que resolver la crisis exige hacer frente al grupo terrorista que lanzó los ataques y a las naciones que lo respaldan", aseguró Bush. También recordó que "la actual crisis en la región estalló a raíz del secuestro de soldados israelíes por el grupo terrorista Hizbulá y el lanzamiento de cohetes contra ciudades israelíes". Israel respondió con el bombardeo del Líbano y el establecimiento de un bloqueo naval sobre el país.
El bombardeo sobre el Líbano se ha cobrado ya la vida de más de 300 personas y ha forzado el desplazamiento de miles de ciudadanos. Se calcula que más de 30 israelíes han fallecido a raíz del lanzamiento de cohetes por parte de Hezbolá sobre Israel.
En línea con lo señalado en otras ocasiones, Bush respaldó el derecho de Israel a defender a su pueblo y el de adoptar las medidas necesarias para prevenir futuros ataques. El inquilino de la Casa Blanca mencionó también durante su discurso que durante años Siria ha sido el principal patrocinador de Hezbolá y destacó que el país ha ayudado a que la milicia reciba cargamentos de armas iraníes. "Sus acciones (las de Siria e Irán) amenazan todo el Oriente Medio y dificultan la solución de la actual crisis y el establecimiento de una paz duradera" en la región, dijo.
Bush, preocupado por el impacto sobre la joven democracia del Líbano
Durante su discurso, expresó su preocupación por "el impacto de la actual crisis sobre la joven democracia del Líbano" y reiteró su apoyo al Gobierno libanés, aunque insistió en que la responsabilidad es enteramente de Hezbolá. "La práctica de Hezbolá de esconder cohetes en barrios ocupados por la población civil y sus esfuerzos para socavar el Gobierno democráticamente elegido (del Líbano) muestran que no es un (grupo) amigo del Líbano", destacó Bush. Además, añadió que "con sus acciones, Hezbolá ha puesto en peligro grandes avances y traicionado al pueblo libanés".
Bush se encuentra este fin de semana en su rancho de Texas y regresará a Washington este lunes para reunirse con Rice y destacadas autoridades saudíes con las que hablarán sobre esta crisis. Sus interlocutores serán el ministro de Exteriores saudí, el príncipe Saud al Faisal, y el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, el príncipe Bandar bin Sultan.
El presidente estadounidense telefoneó este sábado desde Texas al primer ministro de Turquía, Recep Tayip Erdogan, para hablar sobre la situación en el Líbano y el viaje de Rice, según informó la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino. Rice aseguró el viernes que no prevé que tropas estadounidenses formen parte de un posible contingente de paz en el sur del Líbano. "Estamos viendo qué tipo de ayuda internacional tendría sentido, pero no creo se anticipe que tropas terrestres estadounidenses formen parte de esa fuerza", señaló la secretaria de Estado.