L D (EFE) Bush reconoció que los "terroristas han tenido algunos éxitos" en Irak durante este año, que "nos han perjudicado". "Ellos consideran que es cuestión de tiempo hasta que ganen", subrayó el presidente estadounidense quien indicó que "los enemigos de la libertad han llevado a cabo una estrategia deliberada para fomentar la violencia sectaria entre suníes y chiíes, y a lo largo de este año, han tenido éxito".
Por otro lado, subrayó que baraja todas las opciones que tiene sobre la mesa para cambiar el rumbo de la guerra en Irak, "entre ellas la de aumentar las tropas en ese país, aunque para ello tendría que haber una misión específica". El presidente Bush se encuentra desde hace unas semanas inmerso en la recogida de información y reuniéndose con expertos y distintos departamentos del Gobierno para obtener datos precisos para llevar a cabo un cambio de rumbo en Irak. A su vez, el presidente indicó en su conferencia de prensa que EEUU "ni está ganando, ni está perdiendo" la guerra en Irak, aunque precisó que la "victoria es alcanzable aunque no se está produciendo con toda la rapidez que nos gustaría".
Además subrayó que Irak se "debería de convertir en nuestro aliado en la guerra contra los extremistas" y que el objetivo último es que los iraquíes se valgan por si mismos. Según Bush, el éxito de los terroristas "minó nuestros esfuerzos para ayudar a los iraquíes a reconstruir su país, frenó la reconciliación e impidió que el Gobierno de unidad iraquí y a la coalición establecer la seguridad y la estabilidad en el país". El presidente Bush tiene previsto anunciar en enero la nueva estrategia para Irak.
Por otro lado, subrayó que baraja todas las opciones que tiene sobre la mesa para cambiar el rumbo de la guerra en Irak, "entre ellas la de aumentar las tropas en ese país, aunque para ello tendría que haber una misión específica". El presidente Bush se encuentra desde hace unas semanas inmerso en la recogida de información y reuniéndose con expertos y distintos departamentos del Gobierno para obtener datos precisos para llevar a cabo un cambio de rumbo en Irak. A su vez, el presidente indicó en su conferencia de prensa que EEUU "ni está ganando, ni está perdiendo" la guerra en Irak, aunque precisó que la "victoria es alcanzable aunque no se está produciendo con toda la rapidez que nos gustaría".
Además subrayó que Irak se "debería de convertir en nuestro aliado en la guerra contra los extremistas" y que el objetivo último es que los iraquíes se valgan por si mismos. Según Bush, el éxito de los terroristas "minó nuestros esfuerzos para ayudar a los iraquíes a reconstruir su país, frenó la reconciliación e impidió que el Gobierno de unidad iraquí y a la coalición establecer la seguridad y la estabilidad en el país". El presidente Bush tiene previsto anunciar en enero la nueva estrategia para Irak.
En la entrevista exclusiva que publica The Washington Post, declaró que está estudiando intensificar y aumentar el actual despliegue de fuerzas estadounidenses en Bagdad durante un período limitado. El objetivo, destacó, es acabar con los terroristas suníes y chiíes que operan en Bagdad y poder dejar al Gobierno iraquí el control de la capital. Para ello, la Casa Blanca sobre Irak prevé el envío de entre quince mil y treinta mil efectivos adicionales para reforzar a los diecisiete mil ya desplegados en la capital iraquí, durante un período de seis a ocho meses.
Sin embargo, la propuesta no cuenta con el respaldo de los miembros del Estado Mayor que expresaron sus reticencias al propio Bush en una reunión la semana pasada en el Pentágono, y que quieren un aumento general de los efectivos de las Fuerzas Armadas estadounidenses, con el incremento presupuestario que eso comportaría. Sólo el Ejército cuenta con unos quinientos mil efectivos, cifra que dentro de uno o dos años podría verse aumentado en hasta setenta mil adicionales. El Ejército calcula en 1.200 millones de dólares el coste de cada diez mil soldados adicionales y estima que para su reclutamiento y formación se tardaría más de un año.