LD (Agencias) El presidente de EEUU, George Bush, ha declarado que su Gobierno acatará la decisión tomada por el Tribunal Supremo de su país sobre el derecho de los prisioneros de Guantánamo a recurrir su detención ante los tribunales federales. En una rueda de prensa en Italia junto a su colega Silvio Berlusconi, expresó su disconformidad y aseguró que se estudiará si conviene aprobar una nueva ley que sustituya a la derogada.
Bush mencionó que "nos atendremos" al veredicto, aunque "estoy de acuerdo con los que han mostrado su disenso" para proteger los "intereses nacionales". Añadió que "estudiaremos esta opinión y veremos qué hacer, para determinar si sería apropiada la aprobación de otra ley".
Este jueves, el Tribunal Supremo de EEUU decidió que los prisioneros del centro de detención de la base naval de Guantánamo tendrán derecho a recurrir contra su detención ante la Justicia federal. El fallo del Supremo, aprobado por cinco votos a cuatro, deroga la ley del presidente Bush aprobada en septiembre de 2006 por el Congreso, por entonces dominado por los republicanos, que privaba del derecho al "habeas corpus" a los prisioneros catalogados como "combatientes enemigos".
Se trata de la tercera decisión de la máxima corte del país que extiende derechos a un lugar que, según los analistas políticos, la actual administración de EEUU ha querido dejar al margen de cualquier ley. El magistrado Anthony Kennedy escribió el fallo en nombre de la mayoría y en ella declaró que "las leyes y la Constitución están hechas para sobrevivir y seguir vigentes en momentos extraordinarios. La libertad y la seguridad pueden ir unidas". En cambio, Antonin Scalia, advirtió de que "la nación lamentará lo que ha hecho el Tribunal hoy" y que el dictamen dificultará la lucha contra el terrorismo.
Pese a la profunda división de opiniones en el seno de la máxima corte del país, la decisión de la mayoría es la que cuenta y en ella los magistrados dictaminaron que los aproximadamente 270 extranjeros detenidos en Guantánamo sí tienen derechos protegidos por la Constitución de EEUU, pese a que esa base está en territorio cubano.