L D (EFE) British Airways rechaza volar a Estados Unidos con guardias armados en sus aviones, según un memorando interno de la compañía divulgado por el semanario británico The Observer. El pasado lunes, Estados Unidos reclamó a las aerolíneas extranjeras que introduzcan agentes armados en los aviones destinados a ese país cuando sea necesario, una petición que fue inmediatamente aceptada por el Gobierno del Reino Unido. "Si hay información sobre la seguridad de un vuelo determinado que nos ofrezca preocupación, entonces no operaremos ese vuelo. Esa es nuestra posición, independientemente de que el Gobierno sea capaz de desplegar a policías armados", apunta el memorando de British.
Esta aerolínea "no operará ningún vuelo a menos que esté totalmente convencida de que es seguro hacerlo", señala el documento interno, enviado el viernes pasado por Mike Street, director de operaciones de British Airways. El memorando apuesta por una oposición frontal a los agentes armados que, según el principal sindicato de pilotos del Reino Unido, será seguido previsiblemente por otras aerolíneas europeas.
Esta semana, la aerolínea británica anuló por motivos de seguridad su vuelo 223 de Londres a Washington durante dos días consecutivos, el jueves y el viernes, y suspendió una ruta a Arabia Saudí prevista para el sábado. Ese mismo día, la compañía británica reanudó su vuelo a Washington, cancelado esos dos días a última hora a instancias del Gobierno británico, después de recibir información de las autoridades de Estados Unidos.
Además, el día de Nochevieja el avión de BA que cubría el vuelo 223 fue escoltado en el espacio aéreo de EEUU, aterrizó en una zona aislada de Dulles y los pasajeros y sus equipajes fueron inspeccionados durante horas por el FBI. The Sunday Times apunta que existía un plan de la red terrorista Al-Qaeda para secuestrar aviones de British, Air France y AeroMéxico y llevar a cabo atentados similares a los del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU, que causaron 3.000 muertos.
En los últimos días, varios vuelos de esas tres compañías se han visto afectados por cancelaciones, retrasos, han sido devueltos a su aeropuerto de origen o escoltados por cazas de combate de EEUU. Washington había incrementado su nivel de alerta al color naranja, el segundo más serio, por temor a un atentado terrorista que ha extendido la psicosis a todo el mundo y provocado los mayores problemas al tráfico aéreo desde los atentados del 11-S.
Esta aerolínea "no operará ningún vuelo a menos que esté totalmente convencida de que es seguro hacerlo", señala el documento interno, enviado el viernes pasado por Mike Street, director de operaciones de British Airways. El memorando apuesta por una oposición frontal a los agentes armados que, según el principal sindicato de pilotos del Reino Unido, será seguido previsiblemente por otras aerolíneas europeas.
Esta semana, la aerolínea británica anuló por motivos de seguridad su vuelo 223 de Londres a Washington durante dos días consecutivos, el jueves y el viernes, y suspendió una ruta a Arabia Saudí prevista para el sábado. Ese mismo día, la compañía británica reanudó su vuelo a Washington, cancelado esos dos días a última hora a instancias del Gobierno británico, después de recibir información de las autoridades de Estados Unidos.
Además, el día de Nochevieja el avión de BA que cubría el vuelo 223 fue escoltado en el espacio aéreo de EEUU, aterrizó en una zona aislada de Dulles y los pasajeros y sus equipajes fueron inspeccionados durante horas por el FBI. The Sunday Times apunta que existía un plan de la red terrorista Al-Qaeda para secuestrar aviones de British, Air France y AeroMéxico y llevar a cabo atentados similares a los del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU, que causaron 3.000 muertos.
En los últimos días, varios vuelos de esas tres compañías se han visto afectados por cancelaciones, retrasos, han sido devueltos a su aeropuerto de origen o escoltados por cazas de combate de EEUU. Washington había incrementado su nivel de alerta al color naranja, el segundo más serio, por temor a un atentado terrorista que ha extendido la psicosis a todo el mundo y provocado los mayores problemas al tráfico aéreo desde los atentados del 11-S.