Miguel Bosé experimenta la dualidad de afrontar enérgico y "alegremente alegre" la gira de su nuevo disco "Cardio" mientras asiste cada vez "más desencantado" a un escenario en el que "solamente suenan las traiciones a la ideología" y las corrupciones.
"(Estoy) cada vez más harto, más desilusionado, más desencantado. Yo siempre he sido políticamente muy activo, muy comprometido, y lo seguiré siendo, pero se me han quitado las ganas de hacerlo en público porque no creo, no creo ya", ha indicado el cantante en una entrevista con Efe con motivo del inicio de su gira el próximo 5 de mayo en Cali (Colombia).
Bosé ha criticado a unos políticos que se miran el ombligo y están más "atontados, adormecidos y perdidos que nadie": "Con esta clase política en general no vamos a ir a ningún sitio", ha dicho. Le decepciona que, mientras los ciudadanos aún piensan en ideologías, los partidos políticos, que deberían ser garantes de esas ideologías, se hayan convertido en "empresas con toda su codicia puesta al día".
"Ahora ya solamente suenan las traiciones a la ideología, suenan las corrupciones, los robos y las mantas (en referencia al 'top manta'). Nos hemos convertido en una república matancera, fabricamos chorizos en ristra todos los días", ha denunciado Bosé, uno de los artistas más activos en la lucha contra la piratería.
Ante tanta decepción, el artista sueña con unas elecciones en las que el 80 por ciento de la población acudiera a las urnas y votara en blanco como señal de protesta: "En mis sueños eso sería lo ideal, decirles "fuera todos", con ovación, ya basta de coñas".
Por otro lado, Bosé ha afirmado que tras su ofrecimiento para mediar en el conflicto colombiano ha surgido un "punto de comunicación y de diálogo". "Juanes y yo estamos en ello", ha asegurado, pero no ha querido dar más detalles porque considera que no es saludable especular con un asunto en el que "se juega con muchas esperanzas".