LD (EFE) Tony Blair, primer ministro del Reino Unido, llegó a las seis y media de la mañana de este viernes al hospital londinense de Hammersmith acompañado de su esposa y vestido de traje azul, para someterse a una operación a fin de corregir una arritmia cardiaca, un problema que arrastra desde hace dos meses y que es similar al que tuvo hace un año.
En octubre de 2003, Blair recibió tratamiento durante cinco horas en un hospital de Londres por un problema similar, debido, según fuentes oficiales, al exceso de café tomado en cumbres europeas. La operación consiste en introducir tres o cuatro catéteres -pequeños tubos de plástico duro con un hilo conductor y un electrodo en el extremo- a través de la femoral situada en la ingle para localizar el punto exacto en el que se produce la anomalía rítmica. Enseguida se realiza una descarga de radiofrecuencia en la zona afectada produciendo allí una pequeña inflamación. Las células sometidas pierden sus propiedades fisiológicas, dejan de pasar los impulsos eléctricos del corazón y la arritmia desaparece.
Para asegurar el éxito de la operación se vuelve a provocar una arritmia, de las mismas características que las que tenía el paciente, y se comprueba que la anomalía rítmica no se repite. Generalmente, 12 o 24 horas después los médicos vuelven a reproducir la arritmia, si la respuesta es positiva se procede a extraer los catéteres y se da por finalizado el tratamiento.
El actual problema de salud fue revelado durante una entrevista que concedió la noche de este jueves al periodista Andrew Marr, de la cadena BBC, y en la que también afirmó su intención de cumplir un tercer mandato de Gobierno si gana las próximas elecciones, previstas para 2005. Dijo, no obstante, que no es su propósito aspirar a un cuarto mandato, lo que ha reabierto hoy el debate sobre quién será su sucesor político. "Si soy elegido cumpliría un tercer mandato completo, no quiero un cuarto", puntualizó.